Real Zaragoza

El Real Zaragoza cierra el acuerdo para el regreso de Víctor Fernández

El técnico aragonés firma por lo que resta de temporada y una más, en la que tendrá capacidad de decisión en la configuración de la plantilla

Con el entrenador ya se había hablado, de forma directa e indirecta en los últimos días, y el acuerdo en este domingo ha sido rápido, aunque antes, este lunes, se anunciará el cese de Julio Velázquez

El segundo de Víctor, en su cuarta etapa en la entidad, será David Navarro, con el que el técnico ya se reunió este domingo en Zaragoza

Víctor Fernández, en su presentación como técnico del Real Zaragoza en su anterior etapa.

Víctor Fernández, en su presentación como técnico del Real Zaragoza en su anterior etapa. / EL PERIÓDICO

Santiago Valero

Víctor Fernández y el Real Zaragoza ya tienen el acuerdo cerrado para su llegada tras la reunión mantenida esta noche con el entrenador zaragozano y los principales ejecutivos del club, con Raúl Sanllehí, director general, y Juan Carlos Cordero, director deportivo, además del consejero Mariano Aguilar. Con el técnico ya se había hablado, de forma directa e indirecta, en los últimos días, y el acuerdo ha sido rápido para que este lunes firme por lo que resta de temporada y una más, en la que tendrá poder de decisión en los fichajes que se realicen en verano y en la configuración de la plantilla con vistas a un proyecto de ascenso, en una posición muy similar a la de un mánager general, una figura muy extendida en otros países, Inglaterra sobre todo. Su segundo en esta etapa en el Zaragoza será David Navarro.

Víctor, que ya se ofreció en noviembre para tomar las riendas del equipo tras la destitución de Fran Escribá, es el elegido ahora por los rectores de la entidad para sacar a flote a una nave a la deriva. El Zaragoza, cada vez más cerca del pozo tras sumar un solo punto de los doce últimos puestos en disputa, hará oficial en las próximas horas la destitución de Julio Velázquez, que dejará de ser entrenador del Zaragoza tras haber sumado solo tres victorias en 14 partidos. Y, ahora sí, el club tuvo claro desde hace días que fuera Víctor Fernández el que se hiciera cargo del conjunto aragonés para iniciar su cuarta etapa en el banquillo zaragocista. Pero él no estaba dispuesto a ejercer de recurso de emergencia con la única misión de salvar al equipo, sino que su deseo era disponer de poder de decisión en el futuro diseño de una plantilla en la que, considera, falta talento. Eso será así para el próximo verano, porque ahora se trata de llevar a buen puerto la permanencia del equipo.

El zaragozano tenía claro que solo volvería a un banquillo para dirigir al Zaragoza, pero aspiraba a que su voz tuviera peso en la composición de un plantel que no le disgusta en la actualidad y al que considera que se le puede sacar mucho más partido del que se ha logrado hasta ahora. Pero echa de menos desborde, desequilibrio y talento ofensivo, y quiere asegurarse de que ese y otros déficits se solventan cuando el equipo certifique la permanencia en la categoría, sin duda, el objetivo prioritario ya a estas alturas del curso.

La reunión mantenida ayer entre Víctor y el club se saldó con un acuerdo cerrado en la práctica y la confianza en que todo quedará anunciado en la mañana de hoy, también y antes, la destitución de Julio Velázquez, con el que no habrá problemas en el finiquito de lo que resta de temporada. Eso permitirá al técnico dirigir la primera sesión de entrenamiento de la semana, prevista para hoy a partir de las 17.00 horas. En principio, el entrenador aragonés David Navarro, exentrenador del Tarazona, el Sariñena o el Huesca, con el que se reunió este domingo, será el segundo de Víctor, que hasta ahora no conocía a Navarro.

La opción de Víctor Fernández se considera desde la entidad como la idónea de cara a recuperar futbolística y anímicamente a un equipo en estado de descomposición tras sumar un solo punto en los cuatro últimos encuentros y no haber visto puerta en tres jornadas. Su incorporación elevaría, además, la moral de un zaragocismo roto por el interminable declive de un equipo con el que se atrevió a soñar a comienzos del curso tras lograr un pleno de triunfos en las cinco primeras jornadas, pero que se cayó de bruces después y al que ni Escribá ni Velázquez han sabido rescatar.

El aragonés, el técnico más laureado en la historia del club, llegaría, como en 2018, en una situación de emergencia con la única misión de evitar males mayores y sacar a flote al Zaragoza, pero con la garantía de continuidad para la próxima campaña, en la que tendrá poder de decisión en la composición de la plantilla.

Y, en principio, la exigencia de Víctor ha contado con la aprobación de la entidad, dispuesta a aceptar las condiciones del que se ha convertido en su único asidero. Sanllehí y Cordero son conscientes de que el zaragozano es el indicado, primero, para parar el golpe y frenar la caída en barrena del equipo y, después, para recuperar la ilusión y la confianza de una afición que ya dirigió su enfado al palco tras la derrota en La Romareda contra el Amorebieta (0-1).

Pero la elección de Víctor también obedece al convencimiento de que la plantilla es mucho mejor de lo que está demostrando. Cordero y Sanllehí mantienen que el nivel real de los jugadores es el que mostraron a comienzos del curso y no el actual y consideran al técnico zaragozano el adecuado para rescatar una buena versión, si no de todos ellos, sí de la mayoría de cara a evitar disgustos de aquí al final de una temporada en la que los 50 puntos se han convertido en el gran objetivo. En estos momentos, el Zaragoza está a siete puntos de la zona roja mientras que la distancia con el playoff se ha incrementado hasta alcanzar ya los once.

El rearme del equipo y de la afición estaría, en ese sentido, casi garantizado gracias a la dosis de ilusión que, sostienen desde la entidad, supondrá la llegada de Víctor al banquillo. Y todo quedó ayer cerrado para ello. Así, el entrenador aragonés vivirá su cuarta etapa en el banquillo y la segunda en la categoría de plata del fútbol español después de salvar al equipo en la 2018-19 y de rozar el ascenso en la 2019-20, cuando la irrupción de la pandemia lo cambió todo. Hasta entonces, el equipo aragonés caminaba con firmeza hacia Primera en puestos de ascenso directo, pero, tras los tres meses de parón, cayó a un playoff en el que fue eliminado en primera ronda.