Real Zaragoza

El Zaragoza lleva una eternidad sin remontar

El equipo aragonés acumula ya 15 meses (desde el 14 de enero de 2023) sin levantar un resultado adverso

Ha perdido 17 de los últimos 22 partidos en los que el adversario ha marcado primero

Toni Moya trata de proteger el balón ante el asedio de Fabricio durante el partido ante el Levante.

Toni Moya trata de proteger el balón ante el asedio de Fabricio durante el partido ante el Levante. / J. M. LÓPEZ / LEVANTE

Jorge Oto

Jorge Oto

No hay manera. La remontada sigue siendo una palabra en desuso en el vestuario de un Real Zaragoza incapaz de levantar un marcador adverso en toda la temporada. Hasta en 15 ocasiones ha tenido que ir a remolque el equipo aragonés a lo largo del curso y nunca ha logrado ganar, algo que se viene repitiendo desde hace mucho tiempo. En concreto, desde el 14 de enero de 2023, cuando se rehizo a un 2-0 adverso en el descanso ante el Villarreal B para acabar haciéndose con el triunfo (2-3).

Pero aquello sucedió la pasada temporada. Desde entonces, y ya han pasado un año y tres meses, el Zaragoza no ha vuelto a ser capaz de repetir. Y eso que ha tenido numerosas oportunidades para hacerlo. En concreto, 15 durante el curso actual y siete más en el pasado, después de aquella victoria en el estreno del filial groguet en La Cerámica. En total, 22 partidos en los que, lejos de remontar, el Zaragoza casi siempre ha caído derrotado cuando su rival ha dado primero.

Porque, en todo este tiempo, los aragoneses apenas han sido capaces de sumar cinco empates en esos 22 partidos en los que ha ido por debajo en el marcador. Dos de ellos se disputaron la pasada campaña (1-1 en Valencia ante el Levante y el mismo resultado en El Alcoraz contra el Huesca), mientras que las otras tres tablas se han firmado esta temporada. Una con Escribá en el banquillo (1-1 contra el Racing en La Romareda) y las otras dos ya con Velázquez (1-1 en Barcelona frente a un Espanyol que se quedó con diez y en Lezama frente al Amorebieta). Con Víctor, de momento, el Zaragoza ha perdido los dos encuentros en los que ha comenzado perdiendo (0-1 en casa frente al Espanyol y 2-1 el pasado sábado en el terreno de juego del Levante).

La derrota, por tanto, ha sido el destino claro del Zaragoza cuando ha ido a remolque. Así sucedió, con Escribá al mando, en Ferrol (1-0) y Elche (2-0) y en los partidos disputados en La Romareda contra Mirandés (0-1), Alcorcón (0-2) y Huesca (0-2), mientras que Velázquez tampoco fue capaz de revertir la tendencia y, más allá de los referidos empates ante RCD Espanyol y Amorebieta, el Zaragoza acabó perdiendo los choques frente a Albacete (1-0), Eibar (1-0), Cartagena (1-2), Amorebieta (0-1) y Valladolid (2-0).

Todas esas derrotas se unen a las sufridas la pasada campaña tras la aislada victoria en Villarreal. En Ibiza (1-0), Oviedo (2-1), Málaga (3-0), Gijón (1-0) y en La Romareda contra el Alavés (1-4), el Zaragoza también claudicó después de que el rival tomara ventaja en el luminoso.

Falta de reacción

Quince meses sin remontada para advertir y subrayar la falta de reacción de un equipo con un marcado problema de carácter y liderazgo. Ese acusado déficit de personalidad que el Zaragoza lleva arrastrando desde hace demasiado tiempo es una de las principales tareas a acometer por Víctor Fernández después del fracaso en la elección de Julio Velázquez, cuya fuerte personalidad y carácter fueron determinantes para que Juan Carlos Cordero le señalara como sucesor de Escribá en el banquillo. Pero esas cinco derrotas y dos empates en los siete encuentros en los que el Zaragoza fue a remolque y la progresiva decadencia del equipo abocaron al club a prescindir del pucelano y acometer el segundo relevo en el banquillo.

Con Víctor, el Zaragoza ha ganado el único partido en el que se marcó primero (3-1 ante el Tenerife), pero cayó de forma inmerecida ante un Espanyol que se adelantó en los primeros compases del duelo, al igual que el Levante. Sin embargo, el conjunto aragonés sí respondió acertadamente al tanto valenciano y restableció las tablas en el marcador poco después a través de Moya. Sin embargo, un nuevo gol local en los últimos compases del choque dejaron a los de Víctor sin su merecida recompensa.

Los rigores de la Segunda División añaden complejidad a las remontadas y otorgan un ingente valor a marcar primero. Pero los 15 meses del Zaragoza sin levantar un resultado adverso se antojan una eternidad.

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