LOS EFECTOS DE LAS SÉPTIMA OLA EN LAS EMPRESAS

Cerrado por ómicron

Las secuelas de la contagiosa variante en el tejido económico y en el ámbito laboral son cada vez mayores La situación podría agravarse tras Reyes

Filas en un centro de salud de Zaragoza, el pasado lunes.

Filas en un centro de salud de Zaragoza, el pasado lunes. / Jaime Galindo.

J. H. P. / R. B. L.

La séptima ola pandémica en Aragón está teniendo un gran incidencia en el mundo laboral. Más de 50.000 aragoneses se han contagiado en las últimas tres semanas, muchas de ellas personas que no han podido acudir a sus puestos porque deben guardar aislamiento en sus domicilios. Un récord de casos, provocado por la mayor transmisibilidad de la variante ómicron, del que no se ha librado prácticamente ninguna empresa o centro de trabajo. Algunos pequeños negocios ha tenido incluso que cerrar, según reconocen fuentes empresariales. La profundidad del problema se conocerá a la vuelta de la festividad de Reyes, cuando se recupere la actividad normal tras el periodo de vacaciones de Navidad.

En el centro logístico de Inditex situado en el polígono Plaza, uno de los mayores centros de trabajo de Zaragoza, se han contabilizado 150 nuevos contagios desde el pasado 22 de diciembre, lo que supone en torno al 10% de la plantilla, según fuentes sindicales de la planta. «Nos ha cogido en enero, que es época baja de trabajo, pero aún así, la empresa tendrá que reforzar con trabajadores eventuales», señalaron las mismas fuentes.

Otra de las empresas que han sido víctima de los contagios por coronavirus es Certest Biotech. Paradójicamente, esta compañía aragonesa, con sede en el municipio de San Mateo de Gállego y dedicada a la fabricación de PCR y test de antígenos, está sufriendo el azote de la variante ómicron en sus propias carnes, ya que alrededor del 10% de la plantilla se ha visto contagiada en los últimos días, lo que ha reducido el número de trabajadores. La compañía biotecnológica trata de abastecer a un mercado que cada día demanda más test.

«Tenemos a un buen número de empleados infectados en la planta, lo que ha complicado la organización del trabajo en un momento en el que han crecido los pedidos», apuntan desde la firma aragonesa, que casi todos los días somete a pruebas de diagnóstico a su plantilla para atajar posibles positivos lo antes posible.

«Hemos pasado de no tener ni una sola baja por covid desde el verano a un pico de 18 justo antes de Navidad», señalan desde una empresa papelera de Zaragoza, que lleva más de dos semanas con una media diaria de entre 13 y 15 ausencias al trabajo, lo que supone casi el 5% de su plantilla, formada por unos 300 personas. «Vamos sorteando la situación con la contratación de empleados por ETT, pero aún así hemos llegado a perder algún turno en ciertas líneas de producción», apuntan.