PROCESOS

Zaragoza es el epicentro: tres hospitales concentran el 84% de la demora quirúrgica

El Clínico, el Servet y el Royo Villanova son los que más pacientes tienen en espera y los que más profesionales requieren / Sanidad hará derivaciones a otros centros de la ciudad, a Teruel o a Calatayud para aligerar las cifras

Ana Lahoz

Ana Lahoz

Zaragoza es el punto clave en el mapa de las listas de espera de Aragón. El hospital Clínico, el Servet y el Royo Villanova tienen a 6.631 personas en lista de espera de larga duración, lo que supone el 84% de la demora total en la comunidad, que asciende ahora a los 7.952 pacientes.

Los datos dejan claro que los esfuerzos de Sanidad deben centrarse en la capital aragonesa, donde las demoras son considerablemente altas en las especialidades de Traumatología y Cirugía General. Dado que hay hospitales periféricos con escasa demora y con disponibilidad tanto de quirófanos como de camas, el Salud va a fomentar las derivaciones entre centros de la red pública para poder operar procesos fuera de Zaragoza capital. 

Se necesita el visto bueno del paciente, que debe aceptar operarse en un centro diferentes al que tenía asignado. El caso de hacerlo, el Salud paga el desplazamiento y una dieta al usuario, que también se amplía «si fuera necesario» a un familiar.

En este sentido, la consejería baraja el traslado de pacientes del Clínico y del Servet a los hospitales de Calatayud, Alcañiz, Teruel o el centro de alta resolución de Ejea de los Caballeros para que, sobre todo, sean intervenidos de cirugías mayores ambulatorias. «Serán casos que no requieran de ingreso o, como mucho, que solo sea de una noche. La idea es que los pacientes puedan volver a sus casas en el día», detalla el Director General de Asistencia Sanitaria, José María Abad.

El Salud paga el desplazamiento y la dieta

Obviamente, para llevar a cabo este proceso se necesita con el visto bueno del paciente, que debe aceptar operarse en un centro diferentes al que tenía asignado. El caso de aceptar, el Salud paga el desplazamiento y una dieta al usuario, que también se amplía «si fuera necesario» a un familiar.

«Hablamos de procesos no urgentes que no revisten de una alta gravedad. En todo caso, lo que queremos garantizarle al paciente es que si tiene la percepción de que su necesidad de operarse es alta tenga la posibilidad de hacerlo en un tiempo razonable en otro hospital. Si no quiere trasladarse y prefiere seguir esperando, que sea porque sienten que su calidad de vida no se está viendo muy perjudicada», explica Abad.

En 2023 entrará en funcionamiento el convenio con la Mutua de Accidentes de Zaragoza (MAZ) para derivar allí procesos de Cirugía General y Traumatología.

En principio, el personal del hospital receptor será quien realice la operación. «En Teruel, por ejemplo, la plantilla en Otorrinolaringología está completa y no tienen lista de espera. Allí podríamos enviar a pacientes para que sus profesionales los operen», dice Abad.

Un operación de Urología en el Ernest Lluch de Calatayud.

Un operación de Urología en el Ernest Lluch de Calatayud. / EL PERIÓDICO

«Los profesionales están acostumbrados a operar en su entorno y a utilizar un equipo instrumental que ya conocen. Si planteamos trasladar al personal, conllevaría tener que ir antes a conocer el espacio, lo que nos restaría eficacia en el proceso de querer aligerar», indica. «Otra cosa es el problema de falta de especialistas, que sobre todo se nota fuera de Zaragoza. Si ahí tenemos problemas, plantearemos el traslado de personal en casos puntuales», señala.

Traslados a la privada

Por otro lado, en 2023 entrará en funcionamiento el convenio con la Mutua de Accidentes de Zaragoza (MAZ) para derivar allí procesos de Cirugía General y Traumatología, dos de las especialidades con más esperas.

El Miguel Servet, en este sentido, registra 1.371 personas en Traumatología y 211 en Cirugía General. El Clínico, por su parte, tiene 711 pacientes en Trauma y 1.120 en Cirugía General. En el Royo son 406 en Traumatología.

En cuanto a las derivaciones a la privada, que también se contemplan en el plan de choque de Sanidad, estas se harán siempre y cuando las clínicas «tengan capacidad asistencial y de personal» para asumir pacientes.

«No podemos operar por operar, sino que tenemos que garantizar que las circunstancias sean adecuadas para el enfermo y para la organización del centro receptor», señala Abad. De todo modos, a las privadas no se pueden derivar todos los procedimientos. «Serán traumatologías no complejas y cirugía ambulatoria pero, por ejemplo, no podemos trasladar casos de Neurocirugía», dice

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