Política y tauromaquia: El remate total de la faena

Los expertos taurinos coinciden en que muchos trofeos se consiguen con la espada y que grandes faenas se malogran por fallar con el acero. El sector taurino vive un momento de relativo dulce, con el festejo popular como punta de lanza, mientras mira a las instituciones para conseguir el impulso definitivo a la tauromaquia.

La llegada del PP al Ejecutivo autonómico, de la mano de Vox, genera un nuevo clima a un sector que tampoco ha estado abandonado por el anterior Gobierno. Pero, a tenor de las acciones que conservadores y ultraderecha han tomado en otras comunidades, la posibilidad de una línea de ayudas o un impulso mayor a la tauromaquia aparece por el horizonte. En el sector, por ahora, se mira sin crearse muchas ilusiones.

Javier Joven, de la ganadería Hermanos Joven, piensa que «si llegan las ayudas, serán bienvenidas y nos irá a mejor, pero tampoco vamos a pensar más allá». En su valoración influyen esos pactos tomados en otras localidades, por lo que valora que «este nuevo Gobierno puede mirarnos más a nosotros». No hay prisa, según el ganadero, ya que tendrán «mucho tiempo» para empezar a tomar acciones e intervenir en el sector primario. El mismo Joven referencia una ayuda del Gobierno de España a las cabezas de ganado, ya notificada y que llegará en los próximos meses, aunque no es especifica de las reses bravas.

Otro ganadero, José Marcuello, admite «no saber qué van a hacer» los nuevos consejeros del Gobierno autonómico para el sector taurino. No atiende a colores el ganadero aragonés y prefiere que se tome una línea común, independientemente de quién esté en el Ejecutivo: «Da igual que sean unos u otros, lo importante es que ojalá nos echen una mano».

Aragón vive una buena temporada taurina antes del "costoso" inverno

En su caso, son los festejos mayores los que más nombre dan a Los Maños, su ganadería. Casi recién aterrizado de la feria de la Albahaca, enmarcada en las fiestas de San Lorenzo de Huesca, las sensaciones del apoyo al sector por parte de la sociedad son evidente. «En Huesca se ha llenado casi todas las tardes, siendo una plaza peculiar para bien», explica Marcuello, que admira de la afición oscense «su capacidad de ir al sol a pasarlo bien con las peñas, pero también apreciar cuándo se está haciendo algo serio en el ruedo». El propio Marcuello señala a la gente del sector, a empresarios, ganaderos y matadores, como responsables primeros de que la tauromaquia siga viva: «Hay mucha gente y la gente responde, porque todo depende de hacer una feria en condiciones».

En el albero, capote en mano, las cosas se ven de una manera muy similar, pero con algunos matices. El torero Imanol Sánchez admite pensar que «todos los representantes políticos actúan de buena fe» en cualquier gestión, también las relacionadas con el sector primario.

«Se echa en falta un apoyo que otros espectáculos sí que reciben», comenta el matador, sin «menospreciar a ninguna otra expresión artística», pero poniendo en valor al elevado número de aficionados que siguen todo tipo de festejos. Sin esperar un gran impulso por parte del Ejecutivo autonómico, Sánchez sí que reclama «que al menos las trabas desaparezcan».

Son esos «palos en la rueda» que detalla el torero los que impiden, en su visión de la situación, que el mundo taurino siga creciendo. «Hay problemas con las concesiones de las plazas, sobre todo en el caso de los ayuntamientos pequeños, porque si cobran un canon muy elevado los empresarios no pueden organizar una feria que sea rentable».

La viabilidad de los festejos populares en Aragón es una evidencia y el crecimiento de los mayores parece que también para los principales implicados. En el horizonte, una lucha contra la inflación para evitar que las buenas sensaciones de los veranos se congelen durante el invierno. Valor y al toro, que diría aquel.