EL SECTOR INDUSTRIAL

La aragonesa Felesa crece un 25% y alcanza una facturación de 20 millones

El fabricante de ascensores y elevadores, ubicado en San Mateo de Gállego, cuenta con una plantilla de 55 trabajadores

La fábrica de ascensores de Felesa, ubicada en San Mateo de Gállego.

La fábrica de ascensores de Felesa, ubicada en San Mateo de Gállego. / EL PERIÓDICO

El Periódico de Aragón

El sector del ascensor vive un momento de efervescencia y crecimiento en Aragón, donde está industria ha tenido históricamente un importante peso. Además de las numerosas operaciones de concentración del mercado que se viene llevando a cabo en los últimos años, con sucesivas compras de operadores locales, esta actividad vive un momento dulce gracias en parte a las nuevas exigencias normativas. El fabricante zaragozano de ascensores y elevadores Felesa es un ejemplo de esa pujanza, con un incremento de la facturación del 25% en los últimos cinco años, hasta alcanzar los 20 millones de euros en 2022.

La empresa cuanta con 55 trabajadores en la planta ubicada en la localidad de San Mateo de Gállego. Fue fundada en 1982 y se ubicó en esta provincia por su situación estratégica privilegiada tanto a nivel nacional como europeo. El crecimiento de Felesa ha estado propiciado en parte por uno de sus socios, el instalador de ascensores Aszende, una firma familiar que ha sabido encontrar su hueco en un sector dominado por grandes multinacionales.

Aszende, que cuenta con 17 delegaciones repartidas por todo el territorio español, abrió en Zaragoza la primera delegación fuera de Cataluña, en 1996. La oficina, que cuenta con diez trabajadores, está ubicada en el número 8 de la calle de Calatorao y ha multiplicado por tres su facturación en los últimos cinco ejercicios, hasta 1,6 millones de euros, sobre todo por la instalación de equipos en edificios que carecen de ellos.

En la ciudad de Zaragoza hay unas 50.000 viviendas en edificios de tres o más pisos que no disponen de ascensor. En España, el cuarto país del mundo en esperanza de vida, hay más de un millón de inmubles que carecen de este equipamiento. Además, el 50% de los existentes tienen una antigüedad superior a los 25 años. Para impulsar la instalación de soluciones de movilidad vertical, desde el 2013 la ley de propiedad horizontal española obliga a una comunidad de vecinos a instalar un ascensor si lo solicita una persona mayor de 70 años o con discapacidad, ya sea propietaria, arrendataria o alguien que trabaja o presta servicios voluntarios en el inmueble.

Aszende ha sabido aprovechar esta oportunidad con un importante crecimiento de la actividad en los últimos cinco años, hasta llegar a los 40 millones de euros con los que la compañía prevé cerrar el 2023, una cifra de negocio que duplica la que tenía hace cinco años. También ha doblado la plantilla, que ha pasado de 150 personas a más de 300. La inercia favorable también se ha dejado sentir en la fábrica propia que tiene en Zaragoza (Felesa), que trabaja en el desarrollo de aparatos de alta eficiencia conectados a paneles solares.

El negocio del mantenimiento

“Es una división en constante expansión y aunque las comunidades de propietarios siempre han sido nuestros principales clientes, en los últimos diez años hemos apostado fuertemente por universalizar la accesibilidad a todos los edificios, buscando una solución adecuada a cada necesidad concreta”, explica Alfredo Palencia Tejada, quien, desde 1999, lleva las riendas de esta empresa fundada por su padre. Aszende ofrece sus servicios a todo tipo de edificios con necesidades verticales. “Tenemos grandes clientes como Grupo Barceló, Decathlon, Five Guys, La Promo o Quadis…”, enumera el consejero delegado (CEO) de la empresa.

España cuenta con más de 1.154.000 millones de ascensores instalados, siendo el primer país del mundo en ratio de ascensores, con 20 por cada 1.000 habitantes. En Aragón hay casi 35.000 instalaciones y la mitad tiene más de 25 años. Por ley, estas instalaciones deben estar sometidas a un mantenimiento preventivo periódico obligatorio, lo que convierte el mantenimiento en la principal actividad de Aszende y de las demás empresas del sector.

Además de ocuparse de la inspección y cuidado de los diversos componentes que conforman la estructura y el funcionamiento de los ascensores de la compañía, Aszende se encarga del mantenimiento de soluciones de movilidad vertical de otras marcas. Así, en la actualidad gestiona un parque de más de 20.000 equipos repartidos por todo el país. En concreto, los servicios de mantenimiento representan más de la mitad de la actividad de la compañía.