La Policía sigue buscando al preso fugado de los calabozos de Delicias

Arturo Giménez Gutiérrez es a día de hoy uno de los principales objetivos de la Jefatura Superior de Policía de Aragón. Ayer se cumplió una semana exacta de su fuga de los calabozos de la comisaría de Delicias con un rocambolesco recorrido que le llevó a la calle y, desde entonces, nada se sabe de él más allá de que es un viejo conocido de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Los últimos que le vieron en Zaragoza aseguran que se montó en un coche de color negro tras haberse escondido previamente entre unos matorrales de las calles adyacentes a las dependencias policiales.

Una semanas después, los esfuerzos de la Policía Nacional se centran en dar con el paradero de este prófugo, que tiró de inventiva y pericia delictiva para poder fugarse de los calabozos de la comisaría y evitar así una considerable estancia entre rejas: a sus espaldas arrastra unas cuantas condenas por cumplir. Tal y como adelantó EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, Giménez Gutiérrez se fugó de la celda a través del falso techo del baño, desde donde empezó a viajar por los conductos del aire hasta que acabó cayendo en un compartimento de la comisaría.

Logró salir de allí reventando la cerraja de la puerta y comenzó a buscar una salida entre los pasillos y demás compartimentos de las instalaciones. Sin embargo, se topó con un par de policías nacionales, contra quienes no tuvo ni el más mínimo reparo de arremeter. Acabó liberándose de ellos y, ya sin camiseta, se descolgó por una de las ventanas de la zona de Extranjería. Eran las 03.00 horas y Giménez Gutiérrez ya tras haber ingresado en calidad de detenido unas horas antes. Apenas unos minutos más tarde su salida de la comisaría, algunos de los vecinos de la zona llamaron a la sala de emergencias del 091 alertando de la presencia de un hombre sin camiseta en las inmediaciones. Incluso estos mismos testigos detallaron a los agentes que Giménez Gutiérrez se había montado en un coche de color negro abandonando así el lugar de los hechos.

El primer paso de los agentes fue dar aviso al resto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado e incluso se desplazaron hasta Garrapinillos porque el coche donde huyó estaba registrado allí. No hubo suerte.

Uno de los últimos episodios similares que se recuerda se remonta a octubre de 2021, cuando tres delincuentes detenidos en Zaragoza por atracar varios salones de juego y llevarse 7.000 euros se fugaron de la comisaría del Actur-Rey Fernando. Incluso apalearon a los agentes que les custodiaban, si bien no estuvieron más de cinco minutos fuera de la comisaría ya que volvieron a ser detenidos inmediatamente.