ESTE SÁBADO y DOMINGO

El Monegros Desert celebrará sus 30 años con 52.000 personas

El festival desplegará desde las 14.00 horas del sábado diez escenarios durante 22 horas seguidas, que contará con figuras como Wu Tang Clan o Fernandocosta

Álvaro Jordán

Álvaro Jordán

La trigésima edición del festival de música más popular de Aragón, el Monegros Desert Festival, se encontraba esta mañana ultimando los preparativos para la gran velada de este sábado. Durante 22 horas seguidas, desde las 14.00 del sábado hasta las 12.00 del mediodía de este domingo, el desierto de Los Monegros se convertirá en una de las catedrales de la música electrónica y urbana, con un recinto con 10 escenarios y un aforo máximo de 52.000 personas, provenientes de 87 países distintos.

El terreno árido del desierto daba a las distintas carpas de la gran velada. 800 trabajadores se encontraban finalizando el montaje de diez espacios distintos con 110 artistas repartidos entre ellos, cada uno dirigido hacia un género musical. The Techno Cathedral, el primer escenario que ya se había confirmado en esta nueva edición, se alzaba con una gran combinación de toldos cromáticos en el cielo, que busca jugar con la luz y las sombras así como dar una experiencia de 360 grados. 

Los toldos cromáticos en 360º de The Techno Cathedral.

Los toldos cromáticos en 360º de The Techno Cathedral. / Ángel de Castro

El famoso Jet, un auténtico Airbus A330 de 60 metros, se arrastraba dominante sobre la arena con una capacidad de 1.000 personas en su interior. El viaje sideral de The Moon Stage, el fuego cañero de Industry City, el imponente pulpo de Elrow Stage o la legión de altavoces raveros de Sound System Temple (donde Wu Tang Clan encabezará el cartel de esta edición a las 21.50 horas) tampoco podían faltar a esta cita.

Frente a esta concepción se han encontrado al mando ambos progenitores de la gala: los hermanos Juan y Cruz Arnau (1982 y 1984), quienes han supervisado con cautela las 10.000 piezas de madera kinética que tendrá el nuevo escenario de este año: el Open Air, con el que esperaban brindar una experiencia lumínica inolvidable. Asimismo, ya han confirmado las sospechas de todos. Todas las entradas, 52.000, están vendidas

Los hermanos Juan y Cruz Arnau, junto al nuevo escenario del festival, el Open Air.

Los hermanos Juan y Cruz Arnau, junto al nuevo escenario del festival, el Open Air. / Ángel de Castro

Asistentes de todos los rincones del mundo

Para los hermanos Arnau, cuya familia lleva 150 años en el negocio de la música y los espectáculos, este 30 aniversario supone una cita «muy especial». Lo que empezó como la Monegros Party en 1993, con su famosa Raverbena, ahora se ha convertido en una fiesta que atrae gente de todos los rincones del mundo. Desde Francia (un 17% de la asistencia total), Italia u Holanda hasta Estados Unidos, Latinoamérica o Japón; un bagaje internacional con el que poco a poco esperan ampliar la reputación mundial del evento.

«Mi hermano y yo venimos con muchas ganas, intentando suplir los problemas de aforo que hubo el año pasado. Hemos intentado hacer hincapié en las medidas de seguridad para que la gente se lo pase bien, sin miedo», ha afirmado la menor de los hermanos mientras recordaba algunos de los momentos icónicos del festival, como el boom revelación de Cypress Hill en 2005 o la lluvia torrencial del concierto de The Prodigy en 2012.

Construcción del Elrow Stage, que contará con géneros musicales como el reggae.

Construcción del Elrow Stage, que contará con géneros musicales como el reggae. / Ángel de Castro

Experiencia visual y auditiva

Sus expectativas son claras, con esta edición pretenden celebrar esos 30 años con opción para todos los gustos musicales, desde melodías duras hasta experiencias más tranquilas, pasando por el hip hop y la música urbana. Un efecto que también gozará de influencia literaria con el reciente libro publicado del patriarca de la familia, Juan Arnau Sr. Con su obra, 'Bailar en el desierto' (para la que ya se encuentra preparando un segundo tomo), el empresario relata la historia completa del festival, y se encontrará firmando ejemplares dentro del recinto de 18.00 a 20.00 horas

Con esta combinación, que ahonda entre la experiencia visual y auditiva como otros festivales de la talla de Tomorrowland o Sziget, Juan Arnau considera que «estamos yendo hacia el camino adecuado. La parte experiencial es algo clave en Monegros, que ya llama la atención por hacerse en mitad del desierto. Mi recomendación es que la gente pruebe las distintas pistas, seguro que hay alguna que le impacta». Su objetivo es claro: «Queremos que la gente se lleve un recuerdo para la posteridad, hay que vivir esto al menos una vez en la vida, pero siempre respetando la tierra y las localidades de Aragón».