MÚSICA CLÁSICA

Miguel Borrego (concertino de la Orquesta de RTVE que toca con la ORA): "Es imprescindible que se haga ya la Orquesta Sinfónica de Aragón"

La sala Mozart del Auditorio de Zaragoza acoge el concierto este domingo a partir de las 11.30 horas

El concertino Miguel Borrego en la sala Luis Galve del Auditorio de Zaragoza.

El concertino Miguel Borrego en la sala Luis Galve del Auditorio de Zaragoza. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

Daniel Monserrat

Daniel Monserrat

Dice con naturalidad que justo antes de entrar en el Auditorio de Zaragoza estaban hablando sobre los mejores recintos de España y, aunque en el debate pudiera entrar Valladolid, «el de Zaragoza es el mejor, poder hacer un pianíssimo que se oiga en la última butaca o transitar por una gama increíble de colores... Es un lujo encontrar una sala así». El que habla es Miguel Borrego, Premio Nacional de Música y concertino de la Orquesta de RTVE, que este domingo (11.30 horas) actúa con la Orquesta Reino de Aragón en la sala Mozart del Auditorio de Zaragoza dentro del ciclo de Introducción a la música. Con Ricardo Casero al frente y con la soprano Federica Di Trapani en la primera parte del concierto, la orquesta interpretará un programa con el siguiente repertorio: 'Arias de concierto', de Mozart, con 'Così fan tutte' (obertura), 'Voi avete un cor fedele', 'Mia speranza adorate', 'Las bodas de Fígaro' (Obertura), 'Un moto di gioia mi sento' y 'Ah se in ciel, benigne stelle'; y, en la segunda parte se escuchará la 'Sinfonía núm. 5 en Do menor, op. 67', de Beethoven.

«Son las tres notas más famosas en la historia de la música», asegura Borrego cuando le pregunto sobre si uno se puede cansar de tocar una sinfonía como esta: «Puedo decirte una respuesta muy comercial y muy fácil y decirte que no, que uno no se cansa. Pero sí, puede cansar pero depende de uno y de la reinvención,... Cuando he estado de gira y repites conciertos varios días seguidos con el mismo programa, es cuando aparece uno mismo. Hay que darle al día siguiente otro nuevo enfoque que puede depender de cómo has pasado el día, de cómo te encuentres… Lógicamente no vas a hacer nada extraordinariamente distinto porque Beethoven siempre va a estar ahí. En definitiva, uno no se puede cansar si cada día es un nuevo comienzo para esa sinfonía que vas a interpretar, si cada día te lo tomas como un descubrimiento nuevo, ahí es imposible aburrirte», explica con soltura.

"Me parece increíble"

No es la primera vez que Miguel Borrego va a actuar en Zaragoza y no entiende que la comunidad no cuente todavía con un proyecto sinfónico autonómico: «Me parece increíble que Aragón tenga el mejor auditorio de España y que no tenga una orquesta sinfónica. Estamos siempre con que los que tienen que ayudar, al final no acaban de hacerlo. Ellos nos tienen que hacer la vida un poco más agradable y qué es la vida si no tenemos música. La música cura todo, nos ayuda a vivir mejor y nos hace mejores personas. Desde siempre, de una manera o de otra, la música ha estado con nosotros, con el ser humano, y es algo que nos ha acompañado millones de años y todavía no se toma en serio. Aquí toca gente buenísima que merece tener una continuidad con una Orquesta Sinfónica de Aragón. Es imprescindible que se haga ya», explica.

Y es que la acústica de la sala Mozart, reflexiona Borrego, es algo que la hace única. Algo que se nota al instante: «Un músico toca y quiere transmitir un montón de cosas y también a uno mismo. Cuando te encuentras una sala que acústicamente te ayuda tanto a que el público perciba todo eso que tú quieres dar, es increíble».

Miguel Borrego es ahora mismo uno de los violinistas más reconocidos en España y una de las voces más reputadas para hablar sobre la música clásica. Quizá por eso, tiene claro cómo se podría acabar con el mito de que no es una música para todo el mundo. «Hay que entender la sociedad avanza como está avanzando. Y hay que luchar mucho con todas las tecnologías. Hay una música que no es la clásica que tiene una manera de escucharse rápida y muy fácil. Estás bailando y la escuchas. Pero la música clásica necesita de otra escucha, más reposada. Y hoy no se tiene paciencia para esto. Los niños pequeños nunca van a tener esa paciencia pero ahí está la educación que se les tiene que dar a los niños de cómo escuchar esa música». Algo que se hace en otros lugares del mundo no tan lejanos, «¿por qué esto sucede aquí y en otros sitios no? En el resto de Europa, el 90% de la gente estudia música clásica y somos los mismos, pero no apostamos aquí por esa educación. Sí, se da música en el colegio pero ¿de qué manera? Mis hijos están estudiando la primera ópera que se ha compuesto… ¿Con 9 años a quién le interesa eso? Ponles música y enséñales con algo práctico cómo escucharla. Hay que combatir el mito de que no es para todo el mundo educando desde muy pequeños», reivindica en voz alta.

Una gran responsabilidad

Con todos los reconocimientos y premios que atesora, ¿se siente suficientemente valorado en España Miguel Borrego? «Si te digo la verdad, hace unos años te había respondido quizá de otra manera, pero ahora no pienso en eso. Yo quiero ser reconocido por mi familia, mis amigos, mi entorno y eso lo tengo. Y, además, estoy a gusto con lo que hago, conforme y lo hago de manera honesta. Lo demás puede ser mentira, hasta 'comprado' por intereses. Me conformo con saber que voy por el camino de seguir aprendiendo».

Miguel Borrego en el Auditorio de Zaragoza.

Miguel Borrego en el Auditorio de Zaragoza. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

Y lo hace desde su lugar como concertino, un puesto nada sencillo en la orquesta por la responsabilidad que apareja: «Yo pasé del último atril al primero, cuando entrabas en mi orquesta siempre ibas al último atril y luego ya haces pruebas internas. En un año pasé del último al primero y me sentaba con gente con 60 años, yo tenía 25, y ahí sí me fue muy difícil. Me costó mucho llegar a creérmelo. Hay mucha responsabilidad pero si uno hace las cosas con honestidad se lleva mejor aunque es una gran responsabilidad, por supuesto», concluye antes de entrar al primer ensayo de esta nueva aventura con la ORA.