Arqueología en Aragón

Calatorao abre una puerta a la ciudad celtíbera de Nertobriga

Una cata ha localizado un pozo de la Edad de Hierro y restos de cerámicas que son un aliciente para seguir buscando el origen de la ciudad celtíbera y después romana

Una imagen del pozo y del muro encontrado en el término municipal de Calatorao.

Una imagen del pozo y del muro encontrado en el término municipal de Calatorao. / F. Carnicero

Fernando Carnicero

Fernando Carnicero

Los trabajos realizados por la empresa arqueouti en la Colada del Prado del paraje de Argillo, en el término municipal de Calatorao, han sacado a la luz restos de diversas cronologías. Una cata de 28 metros cuadrados realizada junto a un muro que emergía en la superficie de un camino, ha permitido localizar vestigios que invitan al optimismo. «No es fácil en una primera cata –afirman los directores de la intervención–, encontrar restos de cierta importancia. Los tres muros encontrados, a falta de nuevas prospecciones en la zona que nos puedan dar más información, pueden pertenecer a época bajomedieval, moderna o incluso romana, pero el pozo que ha aflorado apenas hemos retirado la capa vegetal, nos lleva con seguridad a la Edad de Hierro». El pozo de más de un metro de diámetro y de profundidad se encontraba relleno de basura doméstica: «Hemos encontrado huesos de animales (concretamente bóvidos) y cerámicas quemadas, desechos de hogar de una fase en torno al siglo V y IV antes de Cristo».

Después de un trabajo minucioso de recogida y selección de material en el yacimiento, el estudio realizado en el laboratorio ha permitido datar e identificar numerosos restos que pertenecen mayormente a la Edad de Hierro. Entre ellos hay fragmentos de diferentes piezas de mesa y cocina, tales como bordes de cuencos y ollas, algunos con pezones (elementos para facilitar el agarre de las piezas), y paredes de vasijas de almacén. Entre los restos de animales hay cuernos y vertebras. También se han localizado fragmentos de cerámicas que pueden pertenecer a épocas romana y medieval.

Según testimonios recogidos por los arqueólogos de personas conocedoras de la zona, no es descartable que haya otros pozos, lo que pondría de manifiesto la existencia de un núcleo importante. «Los pozos podían ser utilizados como despensas –afirman– y cuando eran abandonados se convertían en basureros donde depositaban los desechos. Los restos que hemos encontrado son un aliciente para seguir buscando en los entornos de Argillo el origen o precedente en la Edad de Hierro de la ciudad celtíbera de Nertobriga».

Uno de los cuencos encontrados.

Uno de los cuencos encontrados. / EP

El Ayuntamiento de Calatorao se muestra esperanzado por los resultados obtenidos en esta primera cata. Su alcalde David Felipe, no oculta su satisfacción y se muestra partidario de seguir investigando el yacimiento: «Fue una decisión que tenía su atractivo y que nos ha generado nuevas expectativas. Esperamos que antes de que acabe este año podamos realizar un trabajo de teledetección mediante cámara multiespectral que ha propuesto el arqueólogo y así comprobar si los restos que nos dan esta información nos llevan a conocer datos importantes de nuestro pasado».

«La teledecteción mediante cámara multiespectral georreferenciada es una tecnología avanzada que permitirá documentar el entorno susceptible de pertenecer a un yacimiento prerromano y sus resultados recomendar hacia dónde dirigir nuevas intervenciones», explica Francisco Javier Gutiérrez.

Una vez finalizados los trabajos, el yacimiento se ha vuelto a cubrir para evitar posibles deterioros o expolios y serán los próximos hallazgos los que determinarán su futuro.

Una ciudad por descubrir

Las investigaciones sobre Nertobriga se han sucedido a lo largo de muchas décadas. La Torre, el Tejar, el Romeral, en Calatorao, o el cabezo de Chinchon o Puyrredondo en La Almunia son localizaciones que han mostrado restos de época romana, según estudios realizados por diferentes arqueólogos pero la Nertobriga Celtibérica sigue siendo un misterio que por su dificultad genera el máximo interés de los investigadores. 

Es ya bien conocido en otros yacimientos el traslado forzado por los conquistadores romanos de la población celtibérica al llano (como Bilbilis-Valdeherrera, por ejemplo). Por ello la localización exacta de la Nertobriga celtibérica y la romana fue probablemente distinta aunque no lejana. De esta forma el paraje de Argillo se presenta con un gran potencial de futuro para la investigación arqueológica.