Vox reclama su cuota de poder en Zaragoza pero no pondrá trabas al PP

Julio Calvo acostumbra a ser moderado. Demasiado para algunos sectores de Vox. Y moderado trata de ser en sus declaraciones tras haber duplicado la representación de la formación ultra en el Ayuntamiento de Zaragoza, hasta los cuatro concejales. Exige su cuota de poder, de influencia en la toma de decisiones, pero, a la espera de que en Madrid decidan los pasos a dar, no va a poner problemas para que la ganadora indiscutible del 28M, la conservadora Natalia Chueca, gobierne en minoría los próximos cuatro años. Otro cantar es el Gobierno de Aragón.

«Queremos asumir la máxima responsabilidad posible para influir desde dentro del Gobierno», decía esta mañana de martes Calvo, que ha conseguido 41.061 sufragios, el 12,36% del total y el doble que en 2019. Sin embargo, admitía que sus cuatro ediles tendrán menos relevancia el 17 de junio, cuando Natalia Chueca tome el mando de la Alcaldía, a tan solo un concejal de la mayoría absoluta.

La conservadora, que continúa con el subidón del resultado electoral, quiere gobernar en solitario. Lo ha dicho en reiteradas ocasiones y este lunes volvió a insistir en el mensaje. El resultado electoral se lo permitirá, pero está abocada a entenderse con Vox, pese a que hasta ahora haga como que esta formación no existe. «Forma parte de su estrategia pero son muy conscientes de que necesitan llegar a acuerdos con nosotros», decía Calvo, que exigirá un pacto para que su programa tenga reflejo en las políticas municipales. «Saben que cuanto más apoyo tengan menos complicada será la legislatura porque tienen que aprobar los presupuestos», añadía, reclamando un pacto de estabilidad con condiciones. Una de cal y una de arena.

Aunque Santiago Abascal avisó el lunes de que no van a «regalar nada», el grupo municipal «difícilmente» votará en contra de la investidura de Chueca con la izquierda, admitía Calvo, que tras mensajearse por WhatsAPP con la conservadora --«soy una persona educada y lo primero que hice fue darle la enhorabuena»--, tienen previsto verse en los próximos días para tantear el terreno.

Las exigencias de Vox en Zaragoza

El portavoz de Vox en el ayuntamiento zaragozano tiene claras cuáles van a ser sus exigencias para brindarle su apoyo en los próximos cuatro años, ya sea desde el Gobierno, el escenario ideal de la formación, como desde fuera, el más probable. «Queremos simplificar la estructura del ayuntamiento, es posible hacerlo porque con Juan Alberto Belloch (PSOE) hubo cinco áreas, con ZeC seis y con Azcón han sido nueve. Ahora también se pueden reducir», explica Calvo, que también incidirá en la reducción de «los gastos superfluos», los «solapamientos entre la DGA y el ayuntamiento y las duplicidades».

En este sentido, celebra el hecho de que vaya a haber dos gobiernos del «mismo color» en el ayuntamiento la DGA. «Quiero destacarlo porque va a facilitar que desatasquemos contenciosos y proyectos que se han frenado desde un lado y otro», explica Calvo, que también hace hincapié en la importancia de financiar las competencias impropias y delegadas que desempeña el ayuntamiento.

La estrategia de los pactos

En el Pignatelli, Jorge Azcón tiene el mismo propósito, gobernar en solitario. Ahora el PP tiene que decidir si espera a las sorpresivas elecciones generales convocadas por Pedro Sánchez el 23 de julio para mover ficha y anunciar pactos cerrados o si opta por estirar la formación de gobierno hasta agosto. Aunque Azcón y Chueca han tenido a Vox como socio externo durante cuatro años y han sacado adelante cuatro presupuestos y operaciones de la relevancia de La Romareda gracias a los dos concejales de ultraderecha, ahora evitan referirse a ellos.

Parecía que Alberto Núñez Feijóo daría alguna directriz en la Junta Directiva Nacional del partido que ha reunido a los líderes populares autonómicos, seis de ellos nuevos presidentes tras el 28M. Una encuentro en el que no se ha tratado una de las principales incógnitas, cómo se van a abordar ahora los acuerdos con Vox en las instituciones en las que necesitan su apoyo. Será clave la decisión y también las negociaciones en Madrid.