La opinión de Sergio Pérez

El año viejo y el año nuevo de Gueye

El año viejo de Pape Gueye fue terrible. Toda una vuelta del campeonato sin haber celebrado un gol y un cambio de rol absoluto: de fichaje rutilante a futbolista secundario

Gueye forcejea en el área en el partido contra el Lugo.

Gueye forcejea en el área en el partido contra el Lugo. / JAIME GALINDO

Sergio Pérez

Sergio Pérez

El Real Zaragoza ha descabalgado en la primera parte de la temporada porque varios de los pilares principales sobre los que se sustenta una buena planificación deportiva se apolillaron pronto. La SAD falló en la elección del entrenador, se equivocó al darle continuidad en el proyecto a un director deportivo consumido por sus propios errores y patinó de manera importante en su apuesta más icónica, el nueve sobre el que depositó muchas ilusiones y todavía más dinero.

El año viejo de Pape Gueye fue terrible. Toda una vuelta del campeonato sin haber celebrado un gol y un cambio de rol absoluto: de fichaje rutilante a futbolista secundario, poco más que un recurso de emergencia para situaciones muy específicas. El delantero senegalés ha disputado solo 386 minutos, ha participado en doce encuentros, únicamente en tres como titular.

En estos primeros 21 partidos se ha revelado como un nueve con unas limitaciones técnicas a la vista, torpe con el balón fuera del área, donde su juego se diluye hasta desaparecer. Tiene, eso sí, una virtud muy manifiesta: es un gran rematador de cabeza. La falta de extremos en la plantilla y el poco caudal ofensivo que ha generado el Real Zaragoza por fuera le han penalizado. Sin nadie que sirva buenos centros, de nada sirve Gueye.

Ciertamente, él tampoco ha puesto demasiado de su parte en su proceso de adaptación al idioma, al club y a la ciudad. En una entrevista con este diario esta misma semana, Fran Escribá se lo afeó con esa dulzura con la que usa el lenguaje. El técnico también aseguró que creía que el senegalés seguiría hasta junio, a pesar de que su bajo rendimiento y sus pobres números invitan claramente a buscarle una salida en este mercado de enero. El tiempo dirá.

Ya de por sí con suficientes aristas incómodas desde el punto de vista deportivo, el 'caso Gueye' tiene desde hace once días un episodio más. Pape no se incorporó al trabajo con el resto de sus compañeros el martes 27 y todavía no ha aparecido. Según la versión oficial ofrecida por el Real Zaragoza, continúa en su país resolviendo asuntos burocráticos, una situación insólita que va camino de las dos semanas y que, por el procedimiento y la forma que fuere, debería haber evitado. El año viejo fue malo para Gueye. El nuevo lo ha comenzado peor.

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