La actualidad del Real Zaragoza

Azón y Francés, de niños a centenarios

El central y el delantero, dos de las grandes joyas de la cantera, llegarán a los 100 partidos oficiales con el Zaragoza si juegan en Burgos y sus primeros entrenadores en la Ciudad Deportiva, Míchel Catalán y Míchel Berges, analizan sus carreras

AZón y Francés, tras marcar el delantero un gol con el Zaragoza en esta temporada.

AZón y Francés, tras marcar el delantero un gol con el Zaragoza en esta temporada. / ANDREEA VORNICU

Alejandro Francés e Iván Azón llegarán si juegan en Burgos el lunes a los 100 partidos oficiales en el Real Zaragoza, una cifra redonda y que contribuye a contemplar la dimensión de sus carreras cuando el central cumplió el 1 de agosto 21 años y el delantero llegará a esa edad el 24 de diciembre. Fue Francés el primero que debutó, en Socuéllamos en Copa y con Víctor Fernández y Azón, que suma 16 dianas de zaragocista por las 2 del central, lo hizo en Liga en el último partido de Baraja, en Tenerife.

Desde entonces, no han dejado de crecer, renovación de ambos incluida hasta 2025, con internacionalidad sub-21, que en el caso de Francés lo es siendo fijo y capitán, y sobre todo con una importancia capital en el Zaragoza actual, lo mismo que en el cariño de la hinchada. Míchel Catalán y Míchel Berges, los entrenadores de ambos en sus inicios en el Zaragoza, repasan su figura y su evolución, la que les ha llevado de 0 a 100 en el club de su vida.

Míchel Catalán: "Francés no era el más alto ni tenía un físico portentoso, ni lo tuvo después, pero tenía otros conceptos más innatos, en la anticipación, en el juego aéreo, en la capacidad de concentración. Era puro nervio"

Catalán fue el primer técnico de Francés cuando arribó a la Ciudad Deportiva después de empezar en el San Gregorio y compaginar una última temporada con un paso por el Balsas Picarral. Entonces, en el verano de 2012, «ya había destacado por encima de todos en benjamines, era el más coordinado, el más intenso, aunque no era el más alto ni tenía un físico portentoso, ni lo tuvo después, pero tenía otros conceptos más innatos, en la anticipación, en el juego aéreo, en la capacidad de concentración. Era puro nervio», cuenta el entonces entrenador de ese Alevín B, donde su segundo era Javi Suárez, ahora ayudante de Fran Escribá. «Sobre todo tenía un gen competitivo espectacular desde pequeño. No le gustaba nada perder y sacaba su genio, ese carácter fuerte que tiene, al ser cambiado, en los entrenamientos… Quería jugar siempre, marcar los goles, ser el mejor defensa, tirar los penaltis, lo que hiciera falta».

En juveniles, Francés protege la pelota ante Azón, que estaba cedido en El Olivar.

En juveniles, Francés protege la pelota ante Azón, que estaba cedido en El Olivar. / SERVICIO ESPECIAL

El central fue campeón de Liga y de la Copa de Campeones con Iván Martínez en el juvenil para tener la oportunidad con Víctor el 17 de diciembre de 2019 en Socuéllamos en el que salió con el dorsal 39 y ocupó el lateral izquierdo. «Le costó más la evolución física y eso hizo que en algunos años no destacara tanto, pero en juveniles ya rompió. Si me dices de su generación alguno que iba a llegar yo hubiera apostado por él, a lo mejor no de central, pero sí de lateral o hasta de mediocentro, que lo poníamos a veces. Como mínimo para llegar al Juvenil A y luego ya se vería», explica Catalán, miembro del área de scouting del Barça desde 2015, cuando dejó la Ciudad Deportiva.

Renovaciones hasta 2025

El resto desde aquel estreno en Socuéllamos es de sobra conocido. Debutó con el primer equipo en Liga en Lugo, en la jornada 33, ya después del parón por la pandemia en esa 19-20. Lalo Arantegui le dio contrato en el verano de 2020 y Baraja apenas lo utilizó en su corta etapa en el banquillo para hacerse fijo con Iván Martínez y con Juan Ignacio Martínez, ya con el 6, el número de Aguado o Gaby Milito, a la espalda. Una gran temporada 20-21 le dio la oportunidad de llegar al Europeo de Hungría y Eslovenia, donde no pudo debutar, pero luego fue indiscutible en la fase de clasificación para el Europeo de 2023, con Luis de la Fuente. En la 21-22 mantuvo su nivel, marcando ante el Eibar su primer gol de zaragocista, y estuvo en el punto de mira del Sevilla, el Celta, el Villarreal o la Real, con tanteos que rondaron los 4 millones. Renovó en el verano de 2022 con la nueva propiedad y, su curso más irregular hasta el momento, en la 22-23, acabó por descabalgarle de la fase final del Europeo en Georgia y Rumanía, donde fue uno de los últimos cuatro descartes. Francés, además, entró en el Once de Oro de Fútbol Draft, un privilegio que como zaragocistas solo lo lograron Zapater y Vallejo.

Francés celebra el gol al Valladolid en esta temporada.

Francés celebra el gol al Valladolid en esta temporada. / JAIME GALINDO

En la presente temporada y tras un verano en el que clubs como el Girona, el Almería, el Mallorca o el Copenhague llamaron a su puerta, Francés se quedó, recuperando su mejor versión, con gol incluido al Valladolid, y para ser capitán y fijo en la sub-21 de Santi Denia. «Me alegra mucho por su evolución, por el desparpajo que muestra y por su capacidad de seguir creciendo. Es un futbolista polivalente y que ayuda mucho al entrenador, le da soluciones y como persona es un cielo, cercano y agradecido, muy amigo de sus amigos», cierra Catalán.

Azón y Francés, en una concentración de la sub-21.

Azón y Francés, en una concentración de la sub-21. / RFEF

Un año más tarde que Alejandro, en el Alevín A y en 2013, arribó a la Ciudad Deportiva Iván Azón, que ya primero en Marianistas y luego en el Amistad había dejado muestras de su potencial. «Con 11 años tenía las mismas cualidades que se le ven ahora. No era el perfil de jugador técnico, pero se le veían unas condiciones físicas extraordinarias, fuera de lo normal. No era un dechado de virtudes técnicas, pero ya tenía el gol, la capacidad innata para estar siempre ahí. Y competía muy bien, hay jugadores de entrenamientos y otros de partidos. Iván ha sido siempre de los segundos», explica Míchel Berges.

Míchel Berges: "A Azón se le veían unas condiciones físicas extraordinarias, fuera de lo normal. No era un dechado de virtudes técnicas, pero ya tenía el gol, la capacidad innata para estar siempre ahí. Y competía muy bien"

Compaginaba fútbol y gimnasia, pero «ya le decíamos que tendría que elegir». Eligió el balón, pese a que los inicios no fueron fáciles, una grave lesión en el segundo año de infantiles en su rodilla derecha, su marcha a Estados Unidos, su cesión a El Olivar y, al final, la temporada de explosión con Iván Martínez en el juvenil de la Youth League, donde también estaba Francés. «Era imposible saber si iba a llegar tan alto porque a esa edad influyen muchas cosas. Tenía cualidades, sin duda, pero hay que esperar siempre. Mira Nieto, cuando entró era uno más y ahora es el que más partidos lleva de los actuales canteranos», añade Berges, hasta hace un año coordinador del CD Unión La Jota Vadorrey.

Los primeros goles de Iván

Al debut con Baraja le siguió la continuidad con Iván Martínez para firmar contrato con el primer equipo al disputar sus cinco primeros partidos. Se estrenó como goleador, ya con JIM a los mandos, en Copa ante la Gimnástica de Torrelavega en Copa el 16 de diciembre de 2020 y en Liga frente al Cartagena solo dos semanas después. Cuatro tantos en el primer curso, siete para ser el máximo goleador con Vada en la 21-22 y pese a que tuvo que aguardar muchos partidos en el banquillo y ser utilizado por JIM como revulsivo. Tras estrenarse con la sub-21 en septiembre de 2021, la segunda vuelta de la 21-22 elevó su importancia en el equipo y le puso en el foco de muchos clubs, pero la nueva propiedad apostó fuerte por su renovación para que fuera la referencia del ataque ya con el 9 a la espalda. Un año plagado de lesiones, con un edema óseo y dos eternas roturas musculares, lo impidió, aunque a Azón le dio tiempo a marcar 3 dianas y a estar en el Once de Plata de Fútbol Draft.

Azón tras marcar al Eldense en esta temporada.

Azón tras marcar al Eldense en esta temporada. / ANDREEA VORNICU

En el presente curso, donde es el ariete más habitual para Escribá, de retorno en la sub-21 y con las lesiones en el olvido, Azón tiene el papel de protagonista que su fútbol y su espíritu demandan, con dos dianas en los 11 partidos jugados en esta campaña. «Cuando lo veo, además de orgullo, lo que siento es alegría, porque es un buen chaval. Humilde, trabajador, nada creído, incluso introvertido en el vestuario. Cuando ves a niños así y que consiguen todo a base de un esfuerzo enorme pues la alegría por ellos es todavía mayor si cabe», finaliza Berges.