La actualidad del Real Zaragoza

El 'mercado champagne' no logra brillar

El Zaragoza no dio el salto que se preveía con los 10 fichajes y la vuelta de Aguado, un hándicap que señala a Escribá y a la propia aportación de los refuerzos

Solo Valera y Lecoeuche, que ha disipado dudas, son fijos, aunque el galo no tiene rival en el costado zurdo tras la lesión de Nieto

Bakis, ahora lesionado, Maikel Mesa, Toni Moya o Marc Aguado han ido perdiendo peso

Los fichajes del Real Zaragoza posan al final del mercado de verano.

Los fichajes del Real Zaragoza posan al final del mercado de verano. / REAL ZARAGOZA

Acabó el mercado de verano del Real Zaragoza, el primero de Juan Carlos Cordero como director deportivo, después de llegar en enero con la ventana de invierno abierta y con muy poco margen para movimientos, con un elogio casi unánime por el nivel y la cualificación de los refuerzos. Una alabanza interna, en la afición, y externa, en el resto del fútbol español, un mercado champagne, como el propio club lo definió al terminar en sus redes sociales y con una foto con los refuerzos: 10 fichajes (Poussin, Lecoeuche, Mouriño, Toni Moya, Manu Vallejo, Mollejo, Valera, Bakis, Maikel Mesa y Sergi Enrich) y el regreso de Marc Aguado que daban otro empaque al equipo, que suponían sobre todo un cambio tan necesario como obligado en ataque y que apuntaban a una buena apuesta para que el Zaragoza pudiera optar con argumentos al deseado retorno a Primera.

El potencial de esa revolución de momento se ha quedado difuminado. La teoría puede hablar de que a esos jugadores se les presupone y han mostrado en otros momentos de sus carreras un nivel más alto, lo que lógicamente señala al entrenador, a Fran Escribá, y tiene mucho que ver el estado de depresión que vive esa plantilla en estas últimas semanas, donde casi nadie se libra de la quema, pero es cierto que el Zaragoza, con la fuerza de ese giro en su plantilla que se veía en la teoría, no la ha reflejado sobre el papel cuando ya ha pasado más de un tercio de la competición, 16 jornadas del total de 42. 

Hasta ahora, solo Germán Valera, el extremo más puro de los fichados y con un nivel que ha ido de más a menos tras empezar saliendo desde el banquillo, es fijo en los últimos meses entre los refuerzos, además de Lecoeuche, que ha disipado dudas tras una pretemporada y un inicio de Liga entre algodones y en la enfermería, pero que es ahora el inquilino habitual del lateral zurdo por la grave lesión de Nieto, sin obviar que el Zaragoza busca apuntalar sí o sí ese puesto en enero.

Poussin, el gran fiasco

Con todo, el francés es de las mejores noticias en los fichajes, teniendo en cuenta que no era una primera opción (Tasende o Cristian Gutiérrez lo eran antes) y que la frase de Escribá de que todos los que habían llegado lo eran no respondía a la realidad, aunque sea entendible que se diga una vez han arribado los fichajes. Tampoco era el primer candidato su compatriota Poussin y la sucesión y la gravedad de sus errores bajo palos le han situado como el gran fiasco, con una salida en enero que parece la única vía dado su mal papel hasta el momento.

Bakis, la apuesta clara y de elevado rango salarial para el ataque, empezó como fijo y acabó por ceder en esa designación, con un nivel decreciente, salvo algún tramo esporádico, como en Burgos, para que ahora mismo esté de baja por una meniscopatía que apunta a dejarle al menos un par de semanas más fuera si todo evoluciona bien en su dolencia.

Maikel Mesa deslumbró en su arranque, bajó el nivel y fue al banquillo y el 4-3-3 de Escribá pareció redimirle, pero ante el Huesca, en una cita vital, volvió a no estar en el once, teniendo en cuenta que ha jugado en 15 de las 16 jornadas, con 12 presencias en el once, para ser de los fichajes que más tiempo ha tenido. Toni Moya también inició la Liga como baluarte en el medio y ahora ha desaparecido de un once que no pisa desde la derrota ante el Alcorcón. Frente al Huesca y con un atasco en el fútbol más que evidente ni apareció por el césped.

También ha ido de más a menos la aportación de Marc Aguado, de regreso de su cesión al Andorra y que tuvo un papel predominante al inicio para después ir entrando y saliendo del equipo, con una leve lesión en el cuádriceps que le dejó fuera en Elche y apenas le dio presencia en el derbi. Con todo, no tiene el papel de indiscutible para Escribá.

No lo ha tenido Mollejo en prácticamente toda la Liga y cuando hizo cambiar de opinión al técnico por su aportación y carácter le llegaron los dos partidos de sanción, por acumulación y por su gesto en Cartagena, mientras que aún menos ha jugado Mouriño, sorprendente titula en el derbi, como Sergi Enrich, de escasa presencia hasta ahora y que todavía no ha visto puerta. Resta Manu Vallejo, una apuesta muy clara de Cordero y que ha alternado titularidad y suplencia, con 13 partidos de Liga, pero solo siete de inicio y con un solitario gol en Cartagena además de demasiadas pocas pinceladas de su fútbol.