NUEVA NORMATIVA

Zaragoza regulará la actividad de las ‘cocinas fantasma’ para evitar molestias a los vecinos

Urbanismo impulsa una modificación del PGOU para tratar de que se instalen preferentemente en zonas industriales

Amazon Fresh, el ‘supermercado fantasma’ de Amazon, ofrece sus servicios en Zaragoza desde octubre.

Amazon Fresh, el ‘supermercado fantasma’ de Amazon, ofrece sus servicios en Zaragoza desde octubre. / ÁNGEL DE CASTRO

Iván Trigo

Iván Trigo

Zaragoza quiere poner coto a la proliferación de las denominadas 'dark kitchens' o cocinas fantasma destinadas a la elaboración de comida para su reparto a domicilio a través de plataformas como Glovo o y en las que los clientes no pueden entrar. Además, el área de Urbanismo también han puesto el foco en los denominados supermercados fantasma, tiendas de productos a las que solo acceden los repartidores para después portar los pedidos recibidos online hasta los hogares de los zaragozanos, como es el caso de Getir.

El concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, dará este miércoles más detalles sobre esta regulación, que se hará vía modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), por lo que hará falta que una mayoría de los concejales vote a favor.

En la modificación se plantea la creación de una nueva categoría dentro de la normativa urbanística en la que quepan este tipo de negocios, que se asimilarán a una actividad industrial y no comercial, por lo que no podrán establecerse en según qué zonas residenciales.

El objetivo principal de la modificación es limitar las molestias que producen este tipo de negocios a los vecinos ya que ocasionan «ruido, olores, emisiones de humo, ajetreo de los repartidores que hacen un uso intenso de la calzada y acumulación de residuos». No obstante, fuentes de Urbanismo señalan que este tipo de negocios no suponen un problema todavía en Zaragoza. El objetivo es la prevención.

Las limitaciones

Entre los principales cambios que introduce esta normativa para regular las 'dark kitchens' están los límites a su ubicación dentro de las zonas residenciales de la ciudad. De manera preferente, estas cocinas «en las que se elaboran comidas que no se destinan a la degustación o adquisición directa en el propio local» deberán estar en zonas de uso productivo, es decir, industriales.

En las zonas residenciales, «solo se permitirán cuando no puedan producir molestias sobre los vecinos» o allí donde no se haga un «uso impropio de los ámbitos peatonales», es decir, donde el ajetreo de repartidores no estorbe a los viandantes ni peatones.

Según consta en los informes del área de Urbanismo que acompañan a la modificación del PGOU, que se votará de forma inicial mañana, estos negocios se definen como «locales, o incluso naves, reconvertidos en supermercados incluso en multitud de micrococinas de diferentes restaurantes para satisfacer para satisfacer la creciente demanda de la comida a domicilio». Estas cocinas, señalan los técnicos, «son establecimientos al público de cuya existencia dan cuenta el abundante número de repartidores que los frecuentan», si bien no se aportan datos sobre cuántas podría haber en la capital aragonesa.

En los informes municipales se apunta también que Madrid y Barcelona ya han emprendido acciones para regular la apertura y funcionamiento de este tipo de establecimientos. Ambas ciudades han decidido endurecer los requisitos para la concesión de licencias. En la capital de España se obliga además a que todos los servicios de carga y descarga deberán realizarse en el interior del local, para que el tránsito de personal y vehículos se realice dentro de los negocios y no estorbar a los ciudadanos.

Getir y Amazon Fresh

No obstante, el Ayuntamiento de Zaragoza no irá tan lejos puesto que el problema en Madrid es más acuciante. Sí que en el caso de los supermercados fantasma también deberán estar preferentemente en zonas industriales y, si están en barrios residenciales, deberán contar con una zona regulada de espera y estacionamiento de los repartidores que para evitar que obstaculicen el paso a los peatones.

En Zaragoza funcionan desde hace algún tiempo algunos de estos supermercados cerrados al público y que se dedican al envío a domicilio de la compra. Getir es una de ellas y desembarcó hace una año. Amazon, por su parte, abrió su propio supermercado fantasma en la capital aragonesa a finales de octubre bajo la marca Amazon Fresh. El cambio normativo también establece el periodo de un año para que todos los negocios de este tipo se adapten a la legislación.

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