TORMENTAS

Zaragoza estudia pedir la declaración de zona catastrófica ante los "millonarios" daños de la tormenta

El ayuntamiento considera que la ciudad ha vuelto a la normalidad

El consistorio va a realizar un estudio para hacer frente a tormentas de estas características

Mendoza y Bravo, este sábado en la sala de crisis de los Bomberos con los servicios municipales

Mendoza y Bravo, este sábado en la sala de crisis de los Bomberos con los servicios municipales / EP

El Ayuntamiento de Zaragoza estudia pedir la declaración de zona catastrófica ante los "millonarios" daños provocados por la histórica tormenta que descargó el pasado jueves en la capital. En paralelo, el consistorio va a realizar un estudio para hacer frente a las tormentas de estas características como ocurrió en el precedente más cercano que fue la gran nevada de Filomena.

Unos anuncios que realizó el concejal de Participación Ciudadana y Régimen Interior, Alfonso Mendoza, y la concejal de Bomberos, Ruth Bravo, tras una reunió este sábado con los responsables de los servicios municipales en la sala de crisis del parque número 1 de Bomberos, en Valle de Broto, para analizar el estado de las zonas más afectadas. 48 horas después y tras atender más de 400 incidencias, el ayuntamiento considera que la ciudad "ha vuelto a la normalidad", especialmente tras el restablecido el tráfico en la Z-30 en ambos sentidos. No obstante, a esta hora la única afección viaria importante es el Camino de la Fuente de la Junquera, que es transitable y con acceso garantizado a viviendas, pero queda trabajo ya que los daños fueron importantes; y en el entorno de La Cartuja y en la carretera de Torrecilla de Valmadrid, se está priorizando la limpieza de arcenes, pero las vías son plenamente transitables. 

Asimismo, ha podido reabrir la piscina del CDM Delicias y la de Valdefierro, a excepción del vaso de chapoteo, siendo la de Torrero la única en la que “se sigue trabajando para solucionar las afecciones”.

Tras agradecer a los zaragozanos y a los equipos de emergencia su respuesta ante un suceso histórico en la ciudad, Mendoza señaló que ahora comienza un tiempo de recabar datos y hacer estudios para prevenir ante una avenida de agua similar en un futuro. Poniendo la mirada en el plan que se creó tras Filomena para que la ciudad pueda hacer frente a nevadas copiosas de esas características, el edil afirmó que se va a hacer algo similar ante lluvias torrenciales. Hasta ahora la ciudad no tiene ningún plan de estas características. "Zaragoza no había vivido nunca una tormenta como esa. Entonces, lo que se hizo fue mapear todas las situaciones de emergencia que se produjeron, se estudiaron y con todo eso se creó un plan de emergencia específico para nevadas”, afirmó al tiempo que reconoció: "No podemos pensar que como estos fenómenos solo se producen cada 300 años como algunos dicen, pues ya veremos. Tenemos que estar preparados".

Preguntado por la petición de las familias del colegio CEIP María Zambrano de cambiar de ubicación el centro escolar perteneciente al Gobierno de Aragón y construido en una parcela municipal, Mendoza señaló que "no va rehuir ningún frente". "Creo que tenemos que ser tranquilos a la hora de ver, pensar, valorar y explicar. Los técnicos tomarán las medidas que crean oportunas en el momento adecuado cuando tengan todos los datos”, aseveró, si bien quiso tranquilizar a los padres y madres de esos niños, afirmando que "se va a estudiar todo, porque ha sido una emergencia, y luego se tomarán decisiones por parte de cada administración competente".

Histórica. Así se podría calificar la tormenta de agua y angustia que descargó este jueves en varios puntos de la provincia de Zaragoza. En los entornos rurales fue el campo el que se llevó la peor parte, pero en la capital aragonesa las fuertes lluvias y el granizo dejaron imágenes dantescas. Las que más, las grabadas en la Z-30, en el tramo junto a Parque Venecia, en lo que se conoce como el Barranco de la Muerte, donde los Bomberos tuvieron que rescatar a una decena de personas que quedaron atrapadas en el techo de sus vehículos o, en casos incluso peores, agarrados a la vegetación mientras una avenida de casi dos metros de altura amenazaba sus vidas. Según los datos de la Agencia de Meteorología, en Zaragoza cayeron más de 54 litros por metro cuadrado en apenas rato, 19.6 en diez minutos, lo que tiene carácter torrencial. Y el pedrisco tiró muchas hojas al suelo que luego taparon los sumideros, favoreciendo que las calles se inundaran.