El juicio por la ocupación de la pardina de La Selba, en el Sobrarbe, quedó ayer visto para sentencia, pero notablemente disminuido en su impacto. La Fiscalía y el abogado del Estado retiraron las acusaciones contra ocho de los nueve investigados, de forma que solo uno de ellos, Oriol Font, quedó a la espera del veredicto. El ministerio público pidió para él una multa de 1.040 euros (seis euros al día durante tres meses) como supuesto autor de un delito de usurpación de inmueble.

Font está acusado de habitar desde el 2010, junto con su pareja y sus tres hijos, en una pardina expropiada en los años 60 del pasado siglo por su cercanía al embalse de Mediano. Desde entonces, la casa de campo y el pajar anexo son propiedad de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que se propone desalojar a sus ocupantes por vía penal tras varios intentos infructuosos por otros cauces.

La vista oral, celebrada en los juzgados de Boltaña, generó una gran expectación. Numerosas personas se congregaron a las puertas del edificio con pancartas en solidaridad con los acusados y con el movimiento okupa en el Pirineo.

A la salida del juicio, que comenzó pasada la una del mediodía, pese a que estaba fijado para las 11.00 horas, las abogadas de los afectados mostraron su satisfacción por el hecho de que ocho de los acusados estuvieran ya prácticamente absueltos. Esther Sancho, que representó a Oriol Font, negó en la vista oral que su patrocinado hubiera usurpado una casa.

CONFLICTO SOCIAL // «Para acusar de ocupar una casa tiene que haber una posesión previa, pero lo cierto es que, cuando entraron a vivir en La Selba, las edificaciones estaban en la ruina más absoluta y pendientes de la demolición», señaló la letrada en una entrevista que fue facilitada ayer por Sobrarbe Digital.

Desde el punto de vista de la otra abogada, que defendió al resto de los acusados, «no ha habido desposesión», luego no ha habido tampoco usurpación. Además, declaró que el asunto jamás debería haberse conducido por la vía penal. «Se trata de una realidad social, de un conflicto social, no de una usurpación, por lo que su solución corresponde a las distintas administraciones públicas y al procedimiento administrativo», explicó.

Los habitantes de la pardina de La Selba, que pertenece al municipio de La Fueva, gozan de un gran apoyo social en el Sobrarbe. Allí son considerados como los nuevos pobladores de una zona muy castigada por la emigración, un fenómeno que se vio potenciado a mediados del siglo XX por la construcción de grandes embalses en el Prepirineo.