La construcción del polémico proyecto de la Mina Muga dará el pistoletazo de salida en dos meses

Tras varios años de tiras y aflojas, la construcción de la Mina Muga, situada en los términos municipales de Undués de Lerda, en la Val de Onsella (Cinco Villas), y Sangüesa (Navarra), dará el pistoletazo de salida antes de que acabe el primer semestre del año. Desde Geoalcali, empresa responsable del proyecto, estiman que la primera de las obras, que se desarrollará al 100% en la parte aragonesa y consistente en la construcción de dos rampas de acceso, podrá dar comienzo "en dos o tres meses", tras haber sido adjudicada por 48 millones de euros a Epos-Tunelan el pasado mes de marzo.

Este proyecto, no exento de polémica por sus posibles afecciones medioambientales, afrontará así la primera de las tres grandes obras que se llevarán a cabo, de forma coordinada, durante los próximos dos años y medio. Por tanto, desde la empresa confían en que estas minas, que destacan por sus reservas de potasa, pueda estar en funcionamiento en 2027.

La adjudicación del contrato abarca la construcción de dos rampas en la bocamina, de 2,6 kilómetros, cuya función será la de permitir el acceso a la mineralización a una profundidad de 350 metros. Lo más destacable de esta fase radica en que su ubicación está únicamente en suelo aragonés. Se estima que pueda crear 200 empleos directos de los cerca de 1.000 que conformarán el global de los trabajos, que también incluirán la puesta en marcha de la planta de proceso –en Navarra, y que también se prevé adjudicar "en días o semanas"– y de la urbanización de la infraestructura.

Las dos caras del proyecto

El alcalde de Undués de Lerda, Mario Córdoba, reconoce a este diario que el proyecto tiene una parte positiva, la laboral, "que podría ayudar a repoblar la localidad", y una negativa, referida precisamente a las afecciones de las obras. "Entre los vecinos existe el miedo de que, al ser trabajos subterráneos, se puedan producir grietas y socavones en las carreteras, que ya están bastante mal", explica Córdoba, que también añade un inconveniente extra: "Ha habido iniciativas similares antes que, al terminar, dejan la mina abierta y se convierte en un vertedero. Desde la empresa nos transmiten tranquilidad y nos aseguran que todo quedará sellado, pero ya ha pasado más veces".

Con todo, la puesta en marcha de la Mina Muga ya parece irremediable tras los hitos que ha ido consumando en los últimos tiempo, sobre todo tras recibir la declaración de impacto ambiental favorable en 2019 y la concesión minera en 2021. Además de estos 1.000 puestos temporales durante la construcción, desde Geoalcali cifran en 800 los empleos que generarán las operaciones de la mina.

Suscríbete para seguir leyendo