¿Conoces el origen de estos cinco apellidos aragoneses?

Los apellidos reflejan la rica historia y diversidad cultural de Aragón y muchos de ellos tienen sus raíces en el latín, aunque otros tienen influencias árabes, judías o incluso celtas

Dos niños sentados en un autobús

Dos niños sentados en un autobús / PIXABAY

Los apellidos reflejan la rica historia y diversidad cultural de Aragón. Muchos de ellos tienen sus raíces en el latín, aunque otros tienen influencias árabes, judías o incluso celtas. Hay apellidos como García, Pérez, Martínez, López muy típicos en toda España que también se escuchan comúnmente en Aragón. Sin embargo, hay apellidos distintivos que son más específicos de la región como Sánchez, González, Giménez y Ferrer, que pueden encontrar sus orígenes en figuras históricas locales o en la geografía y los oficios tradicionales de la región.

Después hay otros apellidos aragoneses como Abadía o Torres que muestran la cultural diversa de la región o incluso la arquitectura defensiva que predomina en todo el mapa aragonés. Además, apellidos como Solans y Bielsa sugieren conexiones con la naturaleza y el paisaje montañoso de los Pirineos aragoneses. Estos apellidos, entre muchos otros, forman parte del tapiz cultural de Aragón y cuentan historias de migraciones, asentamientos y fusiones culturales a lo largo de los siglos.

El libro 'Ciento cincuenta apellidos aragoneses' de Alberto Montaner recoge el origen y significado de 150 apellidos de Aragón. Aquí cinco ejemplos de apellidos que suenan más en la comunidad que en cualquier punto de España.

Gascón

Este apellido gentilicio se forma a partir del adjetivo gascón, que designa a la persona natural o procedente de Gascuña, del latín Vasconia, pues el etnónimo o nombre tribal vasconi designaba a un pueblo establecido a ambos lados de los Pirineos. En España, se conservó para referirse a los no romanizados vascos, mientras que en Francia se aplicó a los romanizados gascones, hablantes de una variedad de occitano. La evolución de va- en ga- seguramente se vio favorecido por la adaptación visigótica wascones, documentada en el siglo VI por Gregorio de Tours.

La relación entre Aragón y la amplia demarcación de Gascuña se estableció sobre todo con la región de Bearne, de donde procedía, por ejemplo, el primer gobernador cristiano de Zaragoza tras la conquista por Alfonso I el Batallador en 1118, el vizconde Gastón IV de Bearne. La repoblación bearnesa se manifiesta también en un apellido toponímico como Biarne y en otros linajes de dicha procedencia como Bernet, Montaner, Peverán o Penén. La forma aragonesa oriental y catalana Gascó, con plural Gascons, también se ha empleado como apellido, aunque la segunda hoy solo pervive en Barcelona y Gerona.

Heráldica de Gascón

Heráldica de Gascón / LEVANTE

Chueca

Tomado en conjunto, este apellido admite dos orígenes, como sobrenombre, a partir del sustantivo homónimo y como toponímico, relativo a un paraje o localidad con dicha denominación. Sin embargo, la única localidad española llamada Chueca se halla en la provincia de Toledo, mientras que la máxima frecuencia de dicho apellido corresponde a Zaragoza, seguida por Navarra y Huesca. De modo que su vinculación a dicha localidad es extremadamente improbable.

Así pues, o bien el término se aplicó como microtopónimo a accidentes menores del terreno, lo que no está atestiguado, o bien se trata de un sobrenombre. La razón del mismo, tampoco resulta obvia, dados los sentidos de chueca (voz posiblemente relacionada con el vascuence taba). Dicho término designa un tocón, así como cualquier hueso redondeado que encaja en el hueco de otro en una articulación (como la rótula de la rodilla, la cabeza del húmero en el hombro y la del fémur en la cadera); también una especie de bola empleada en un juego tradicional (quizá originalmente, una rótula, como el astrágalo en el juego de la tabla) y finalmente el juego mismo.

Bielsa

Expresa este apellido toponímico una relación con la localidad pirenaica o el valle homónimos, situados en Sobrarbe, más concretamente, en la confluencia de los ríos Cinca y Barrosa. El topónimo es de probable origen celta y de entre las etimologías que se han propuesto, la que resulta más viable, es la voz céltica latinizada belsa campo, terreno arado. También existen las formas Vielsa y Bielza. Curiosamente, tras las provincias aragonesas, donde más se registra hoy en día el apellido Bielsa es en Toledo, aunque también tiene cierta presencia en Cataluña. La rara grafía Vielsa no se atestigua hoy en Aragón y tiene su máximo relativo en Ciudad Real. En cuanto a Bielza, solo se documenta en Zaragoza y Madrid.

Gracia

La etimología de este apellido, es clara, pues corresponde al nombre común homónimo gracia, procede del latín gratia. Lo que ya no resulta tan claro son las circunstancias en las que se ha convertido en apellido. En Roma se empleaba ya como antropónimo y daba nombre a una vieja familia, la gens Gratia, cuyos varones recibían el nombre de Gratius y sus mujeres el de Gratia, mientras que sus hijos adoptivos y sus libertos adoptaban el de Gratianus, de donde el nombre, usado también como patronímico, Graciano, con sus formas apocopadas Gracián y en catalán Graciá. En la onomástica cristiana este nombre se identifica por un lado con la Gracia como atributo divino y por otro con la advocación mariana de Nuestra Señora de Gracia.

Por lo tanto, el apellido Gracia habrá surgido, según los casos, como patronímico o matronímico, aunque el segundo caso será el más abundante. No obstante hay que tener en cuenta la posibilidad de que el sustantivo se haya usado como sobrenombre, como equivalente de gracioso en alguno de sus diversos sentidos 'agradable, atractivo o chistoso como ocurre con el apellido Guerra por Guerrero o Mañas. Finalmente, cabe que en algún caso se trate de una metátesis de García.

Pueyo

Se trata de un apellido toponímico, vinculado a un pueyo 'montículo , cabezo' ya sea como nombre común o como nombre propio. El sustantivo pueyo es la forma aragonesa del latín podium 'lugar elevado, altura' que en castellano da poyo y en catalán puig. El apellido Pueyo se presenta también con preposición y artículo, Del Pueyo, y en la forma contracta Puey o Puy, cuya máxima densidad es en Huesca.

Como topónimos de referencia pueden señalarse las localidades oscenses de El Pueyo de Araguás, El Pueyo de Jaca, El Pueyo de Fañanás, El Pueyo de Morcat. En Aragón se documentan también como apellidos la forma castellana Poyo y la catalana Puig, está a veces con la grafía fonética típicamente aragonesa Puch. Existe también un derivado catalán del diminutivo podiolum, usado igualmente como apellido: Pujol, con variante aragonesa Puyol.