La SD Huesca ata la salvación tras una temporada tortuosa

La Sociedad Deportiva Huesca seguirá siendo equipo de Segunda División una temporada más tras abrochar en Cartagena una victoria de pura necesidad con dos goles de Elady Zorrilla, auténtico revulsivo para un Huesca de poca mordiente que en media temporada ha sumado cinco dianas.  

Los oscenses dejan de sufrir a falta de una sola jornada tras una campaña llena de sinsabores, reflotados por un Antonio Hidalgo que devolvió el carácter competitivo a un conjunto azulgrana hasta entonces ensimismado en sus limitaciones. A título personal, además, el técnico catalán se saca la espina profunda de aquel descenso con el Sabadell que lo sacó del circuito profesional. «Costó mucho al principio cambiar las cabezas de los jugadores, pero acabaron creyendo y, con trabajo y sufrimiento, sabiendo quiénes éramos y cómo jugar, lo hemos logrado», recapituló Hidalgo.

Su Huesca salió cauto ante un Cartagena con cinco novedades en el once, suelto con el balón y sin ninguna presión, que rondó varias veces el área oscense sin un peligro evidente. La falta de novedades relevantes en el resto de campos ya daba aire al Huesca, pero Elady no se conformó y en el minuto 14 aprovechó una pifia del arquero Tomás Mejías a tiro de Hashimoto para poner el esperanzador 0-1. 

El tanto asentó a los altoaragoneses, que a partir de entonces pasaron a ejercer cierto dominio y solo se vieron inquietados por un remate de cabeza de los locales y un error en el pase de Sielva que dejó en ventaja a Poveda y Pulido tuvo que cortar por lo sano. Además, el tanto del Albacete frente al Mirandés al filo del descanso abría una brecha de tres puntos con el peligro. 

Del receso volvió algo frío el Huesca frente a un Cartagena más intenso que sembró el miedo con un tiro de volea al lateral de la red de Diego Moreno. Mientras, en Albacete, el Mirandés le daba la vuelta al marcador y el Eldense se sumaba a la huida de la quema marcando en Elche. Los cartageneros seguían poniendo cerco al área de Álvaro Fernández, pero aun así el Huesca tuvo la sentencia en un mano a mano de un Obeng desconectado.

La agonía cesó en el minuto 60 cuando -otra vez Elady frente a su exequipo- mandó a la red un envío al segundo palo servido desde la esquina. Las mandíbulas se destensaron y Cartagonova rindió un sincero aplauso al exazulgrana Mikel Rico en su despedida.