Mujer y deporte

Claudia Ferrández: El gran flechazo

El idilio de Claudia Ferrández con el tiro con arco se produjo cuando, a los 6 años, hizo diana en su primer intento bajo la atenta mirada de su tío y mentor. La borjana mantiene vivo el romance

Claudia Ferrández, en el Club de Tiro Zaragoza.

Claudia Ferrández, en el Club de Tiro Zaragoza. / ANGEL DE CASTRO

Jorge Oto

Jorge Oto

Fue un auténtico flechazo. Claudia Ferrández cayó rendida ante el tiro con arco cuando apenas tenía 6 años y su tío Félix, primero aficionado y después coleccionista de títulos, la llevaba a verlo entrenar. «Un día me sacó un arco, probé, vi que me gustaba mucho y hasta hoy». Un flechazo en toda regla. «Por cierto, la primera flecha que tiré se fue directa al 10 (al amarillo)», ensalza para reconocer luego que «después fue un desastre».

Desde entonces, la aragonesa no se ha separado del arco y la flecha. Aquella niña revoltosa que no paraba quieta se ha convertido en una de las más firmes promesas de un deporte que pronto dejó de ser un juego. «Al principio me lo pasaba bien pero era muy pequeña para competir. Ya con 9 o 10 años acudí a mi primer Campeonato de España y se me dio bien. Ya entonces me lo tomé más en serio y empecé a entrenar más veces al día con mi tío, por supuesto, como entrenador».

La primera instrucción fue clara. «Me decía que era fundamental la posición de los pies, que debían estar en concordancia con los hombros», pero la principal clave es otra. «Por muy buena técnica que tengas, lo más importante es la cabeza», asegura. Y eso también se entrena. «Gracias a mi psicóloga Lourdes he seguido tirando. A partir de los 15 años empecé a tener la cabeza en todos sitios menos donde debía, así que hablé con mis padres y les dije que necesitaba ayuda porque llegué a pensar que lo dejaba. Gracias a Lourdes he aprendido a controlar mi cabeza».

"A partir de los 15 años empecé a tener la cabeza en todos sitios menos donde debía, así que hablé con mis padres y les dije que necesitaba ayuda porque llegué a pensar que lo dejaba. Gracias a Lourdes, mi psicóloga, he aprendido a controlar mi cabeza"

El trabajo de la mente es esencial, pero también del cuerpo. «Hago deporte todos los días, aunque el tiro con arco no exige tanto desgaste como otros deportes, pero es muy cansado sobre todo en las competiciones, ya que puedes empezar a las 8 de la mañana y estar hasta las 10 de la noche y no te da tiempo ni a comer», afirma Claudia, que compagina su pasión con el estudio de oposiciones para Policía Nacional porque asume que el tiro no le dará para vivir. «Es muy complicado vivir del tiro, tienes que ser de las mejores. Yo me levanto a las 6, hago pesas y cardio, desayuno, estudio toda la mañana y luego como, vuelvo a estudiar y a las 5 de la tarde me voy a entrenar hasta la noche», repasa la deportista aragonesa.

Claudia, campeona de España en categoría júnior y por equipos y tercera en nivel absoluto, se clasificó en noveno lugar en el campeonato de Europa celebrado el año pasado, pero la aragonesa persigue un sueño. Su disciplina, el arco compuesto, no es olímpica, aunque es posible que llegue a serlo próximamente, pero ella no renuncia a lo que siempre ha deseado. «Me encantaría escuchar el himno nacional en un podio internacional, a por ello voy», advierte la borjana,

«Me encantaría escuchar el himno nacional en un podio internacional, a por ello voy»

En ese sentido, Claudia reclama el reconocimiento que sí tienen otros deportes mayoritarios. «La gente no te reconoce el sufrimiento que esto conlleva y el gran esfuerzo que hay detrás. Yo practico el tiro con arco porque me gusta y es lo que me ha hecho ser lo que soy. Nada da los valores que ofrece el deporte. Es duro y todo el trabajo de años se puede ir al traste en unos segundos por una mala decisión al tirar una flecha, pero si sientes pasión por lo que haces, vale la pena el sacrificio». Por eso, es imprescindible esa fortaleza anímica que Claudia trabaja sin cesar. «Llega un momento en que es complicado llevarlo bien. Los estudios o las escasas ayudas te obligan a ser fuerte», afirma.