La actualidad del Real Zaragoza

La bolsa o la vida para Carcedo

El Zaragoza anota y explora alternativas para el banquillo ante el examen final para Carcedo que supone el Villarreal B. Se apostaría por un técnico joven y Sanllehí tendrá la última palabra, pero el escenario no es igual que antes

Carcedo, sentado antes de un amistoso en la pasada pretemporada del Zaragoza.

Carcedo, sentado antes de un amistoso en la pasada pretemporada del Zaragoza. / JAIME GALINDO

S. Valero

Afronta la nueva propiedad, la encabezada por Jorge Mas y con el Fondo Ares y el Atlético de telón trasero, su primera gran crisis en el Real Zaragoza y con Raúl Sanllehí a la espera de lo que suceda ante el Villarreal B para decidir si corta ya o no el hilo de Juan Carlos Carcedo. Como publicó la semana pasada este diario, la reacción ante el Oviedo y el Racing, con al menos una victoria, era vital para evitar que el duelo ante el filial del submarino fuera una final para el riojano. Lejos de reaccionar, el Zaragoza se ha caído aún más y Carcedo ya se ha tenido que escuchar el dictamen de una Romareda que tiene claro de forma mayoritaria que no debe seguir en la entidad.

El choque ante el Villarreal B es, pues, una frontera, aunque nadie del club lo va a reconocer así y los mensajes apelan a la unidad y a seguir trabajando en buscar soluciones y en el convencimiento en la recuperación. La realidad es que Sanllehí, de vehemente apoyo público al técnico, una apuesta personalísima suya tras coincidir en el Arsenal, ya torció el gesto con la primera crisis del curso, con las derrotas ante el Cartagena y el Lugo, esta segunda más dolorosa por la forma, y después el Zaragoza se levantó, pero el caldo de cultivo quedó ahí.

De mal en peor

La reacción ante Ponferradina y Sporting fue efímera y después el equipo ha dado versiones cada vez peores. El colista Mirandés le superó en todo, no pudo con un Eibar con 9, ante el Oviedo y en un escenario idílico tras marcar a los dos minutos en La Romareda, pudo perder y en Santander caer goleado si no es por la decisiva actuación de Cristian Álvarez.

El director general zaragocista ha escuchado en las últimas semanas ofrecimientos de técnicos, no menos de una veintena, y ha anotado posibles nombres. Si ha hecho alguna gestión, han sido sondeos, pero en ningún caso una negociación formal con algún candidato. Al menos, que se sepa. Eso sí, el mercado ya sabe por dónde iría la apuesta del club, con un técnico joven y moderno, con experiencia, pero no demasiadas batallas y que no haya dado ya muchos tumbos. Y, por supuesto, que tenga la valentía que Carcedo no ha sabido inculcar al equipo. Javi Calleja, por ejemplo, era una opción muy valorada y así le constaba al entorno del propio técnico, pero tiene pie y medio en el Levante.

Paunovic y el perfil

Sanllehí es el ejecutivo de confianza de la nueva propiedad y la decisión final, como en todas las tomadas en este verano, será suya, algo que asumió Miguel Torrecilla al renovar como director deportivo y una realidad que tampoco se esfuerzan mucho en esconder. Sin embargo, el fallo en la apuesta por Carcedo puede hacer que la nueva propiedad tenga más peso en la decisión, que dé alguna alternativa distinta a la que dicte el director general.

Por ejemplo, Veljko Paunovic, entrenador del Reading inglés hasta febrero y antes del Chicago Fire, de la MLS, ya era un nombre en mayo que estaba cercano a la órbita de los nuevos propietarios. El perfil de juventud y su cercanía con el Atlético son piezas que encajaban y encajan. Habrá que ver si de forma definitiva o vuelve a ser solo una opción.

Un despido caro

Carcedo, además, fichó por dos años y con un salario, tras la puja con el Huesca, que fue el más elevado en la historia reciente del Zaragoza, en torno a 350.000 euros. Su despido no sería barato y, aun con la nueva propiedad, el candidato que llegue tendrá que manejarse en unas cifras algo más modestas que el riojano. O eso es lo que se da a intuir a los posibles candidatos al puesto.

Con todo, el mensaje oficial que se da desde el club es el del apoyo al entrenador, el del deseo de revertir la actual dinámica. Pero el fútbol tiene sus leyes y marca sus tiempos y remontar la actual situación, en fútbol y sensaciones, tan negativa y con el rechazo de la grada, se antoja una misión hercúlea que solo puede llegar con victorias. Empezando por la de este sábado ante el Villarreal B, pero la recuperación y rehabilitación de Carcedo a ojos del zaragocismo necesitará de mucho más tiempo.

El técnico describe en sus declaraciones una imagen de frialdad y de tranquilidad, huyendo del apasionamiento. Otra cosa es que en privado no asuma que su tiempo se agota. Eso sí, oficialmente no se le ha comunicado nada sobre si se la juega o no ya.

El técnico describe en sus declaraciones una imagen de frialdad y de tranquilidad, huyendo de cualquier apasionamiento. Se centra en el trabajar y en el creer y de ambas cosas asegura ir sobrado. Otra cosa es que en privado no asuma que su tiempo se está agotando o que al menos su entorno no lo haga, que lo hace. Eso sí, al menos oficialmente no se le ha comunicado nada sobre si se la juega o no este sábado.

El Zaragoza de Carcedo enseñó más cosas en pretemporada, más automatismos y más capacidad futbolística, pero el comienzo del curso ha traído una versión cada vez más débil, con una obstinación en apuestas y solo pequeñas muestras de funcionamiento global, ante la Ponferradina o el Sporting y en el debut liguero ante Las Palmas. Todas demasiado lejanas ya. Los números, 10 puntos en 10 jornadas, echaron a Baraja y uno más tenía Idiakez cuando recibió el despido en los mismos partidos. El cese, por ahí, no ofrece dudas. Ahora la propiedad ha cambiado, pero el fútbol, La Romareda y la exigencia del retorno a Primera, con mayor fuerza tras la inversión hecha (26 millones), no lo han hecho. Y Carcedo ha llegado ya a un punto sin retorno, donde es la bolsa de la victoria o la vida. 

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