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Aguado: "Bakis me bloqueó el WhatsApp varios días"

El centrocampista reconoce su insistencia al ariete para que fichara por el Zaragoza y no tiene dudas: "Le viene perfecto al equipo, es el típico jugador que enamora a la afición". Sobre su retorno tras tres cesiones seguidas al Andorra, tiene claro que vuelve como "un jugador más hecho y maduro", y no se pone techo: "No se ha visto el mejor Marc Aguado, tengo que seguir aumentando el repertorio y creciendo"

Marc Aguado, en un entrenamiento con el Real Zaragoza.

Marc Aguado, en un entrenamiento con el Real Zaragoza. / ANGEL DE CASTRO

Al margen de un puesto en el primer equipo del Real Zaragoza que se ganó de forma más que merecida tras su buen año en Segunda en el Andorra, Marc Aguado fue clave en el fichaje de Sinan Bakis, un objetivo que Cordero dibujó en abril, cuando ya le había comunicado al centrocampista que iba a estar en el Zaragoza de esta temporada, y en el que el hijo del mítico Xavi colaboró para convencer al ariete turco de que su destino solo podía estar en La Romareda. “Para que os hagáis una idea, le dije tanto que estuvo varios días que me bloqueó por WhatsApp”, aseguró el centrocampista zaragozano, que no duda en lo mucho que va a aportar su compañero: “Es un delantero que le viene perfecto al Zaragoza. Aguanta el balón muy bien de espaldas, se asocia muy bien, tiene mucha calidad aunque no lo parezca y tiene un golpeo muy violento. Es el típico jugador que enamora a la afición”.

Por encima de esa labor para convencer a Bakis está su retorno al Zaragoza tras tres cesiones seguidas en el Andorra. A sus 23 años, en la cantera zaragocista desde infantiles, ese máster en el Principado, la mayoría con Eder Sarabia como técnico, ha devuelto a un Aguado mucho más hecho. “Cuando Juan Carlos (Cordero) me comunicó que quería contar conmigo este año para la primera plantilla suponía al final cumplir el sueño que cualquier niño de la Ciudad Deportiva intenta conseguir. Estoy disfrutando del día a día aquí”, afirmó, con una mezcla de ilusión y humildad, pero también con ambición: “No creo que se haya visto el mejor Marc Aguado. Creo que aún no tengo techo, tengo que seguir creciendo y ampliando el repertorio y esta es una muy buena oportunidad para seguir mejorando”.

“El modelo del Real Zaragoza y el del Andorra está claro que no tienen mucho que ver, pero al final si un jugador quiere ser el mejor de su posición, como yo quiero serlo, tiene que adaptarse a todos los modelos de juego. Fran me dijo que estuviera tranquilo porque confiaba mucho en mis cualidades”

En Aguado habita un pivote defensivo, un jugador de iniciar jugada y de carácter sobre todo táctico, pero Escribá le va a exigir mucho más, porque el entrenador apuesta por un centro del campo en el que los dos medios que juegan asuman la doble función de crear y destruir: “El modelo del Real Zaragoza y el del Andorra está claro que no tienen mucho que ver, pero al final si un jugador quiere ser el mejor de su posición, como yo quiero serlo, tiene que adaptarse a todos los modelos de juego. Fran Escribá habló conmigo, me dijo que estuviera tranquilo porque confiaba mucho en mis cualidades y en estas dos semanas creo que me estoy encontrando muy bien dentro del campo”.

Carbonell, Jair y Bermejo siguen al margen

El Real Zaragoza ha completado una sesión de entrenamiento matinal en la Ciudad Deportiva en la que Bermejo, en rehabilitación de la lesión muscular tendinosa que sufrió el 20 de mayo en el isquiotibial, ha hecho trabajo en solitario y se espera que se incorpore al grupo en la concentración en Pinatar a final de julio. Jair, con un problema en una uña, y Luis Carbonell, por reparto de cargas y sobre todo ante la inminencia de su cesión al Tudelano, también han estado al margen.

Al final, esos tres años en el Principado han devuelto a un Aguado, que solo jugó en el primer equipo zaragocista en Copa ante el Nástic en enero de 2020, como “un jugador más hecho. He madurado dentro del campo y creo que he perfeccionado mi estilo de juego, sobre todo en cuanto a la posición. Y además he ganado mucha experiencia, que es algo muy importante en esta categoría”, sentenció el medio, que pasó por diferentes etapas en esa cesión en el Andorra iniciada en el verano de 2020, con el equipo en Segunda B: “La primera vez que salí cedido al Andorra sí que veía muy lejos llegar al primer equipo del Zaragoza, que era el sueño que siempre he tenido. Ese primer año perdí un poco la ilusión del fútbol pero desde que llegó Eder Sarabia (jornada 15 de esta temporada) me hizo ver que tenía que luchar por todo lo que quería. Y yo lo que quería era estar en el Real Zaragoza, lo he conseguido”, dijo el jugador, que en el curso siguiente logró el ascenso desde la Primera RFEF y "tenía esa deuda para quedarme en el Andorra en el primer año de profesional", una temporada en Segunda que ha afianzado su fútbol.

“No creo que tenga más exigencia que el resto, pero sí que es verdad que yo soy un jugador muy ambicioso. Todos los años que he estado en el Andorra hemos tenido un objetivo y lo hemos cumplido"

Llega para tener un rol importante, que se tendrá que ganar en el campo, para que tengan continuidad los 36 partidos de Liga que jugó con Sarabia en Segunda el curso pasado, pero “no creo que tenga más exigencia que el resto, pero sí que es verdad que yo soy un jugador muy ambicioso. Todos los años que he estado en el Andorra hemos tenido un objetivo y lo hemos cumplido y desde el primer día le transmití tanto a Fran Escribá como a Generelo es que yo lo que quería era trabajar al máximo en el campo”, señaló el medio zaragozano, con una sonrisa que delata la felicidad, que no es menor en el caso de Xavi, su padre, el jugador que más partidos ha jugado en la historia del Zaragoza junto a Violeta, con 473: “En casa lo llevamos con mucha naturalidad y con mucha ilusión. Es un paso adelante en mi carrera, pero como lo fue el irme a Andorra o como lo fue el debutar en Segunda División. Lo más importante de todo es llevarlo con naturalidad”.

El ascenso y el elogio de Sarabia

Con esa misma naturalidad evita hablar de la palabra ascenso, porque “en el vestuario no se menciona eso. Creo que lo más importante es formar una buena familia. La Segunda División es muy larga y los partidos se definen con pequeños detalles. Y esos son que seamos un buen grupo”, aseveró, apelando a la humildad cuando se le pregunta por las palabras de Sarabia cuando el centrocampista se marchó del Andorra, ya que el entrenador anunció que en el hijo de Xavi hay un futuro pivote de la selección: “Cualquier futbolista trabaja para llegar a lo más alto y jugar en la selección española es lo más alto que existe. Yo no me cierro ninguna puerta y trabajaré en el día a día al máximo para poder lograr eso algún día”, sentenció.