REAL ZARAGOZA

El balón parado vuelve a dar puntos al Real Zaragoza

Dos de los tres goles del equipo ante el Tenerife llegaron así, en un córner y en una falta lateral

Ocho de los 31 tantos que ha marcado el equipo tienen esa procedencia, con la mitad de ellos obtenidos en un saque de esquina y todos ellos con Alejandro Francés como protagonista.

Mesa, Jair, Aguado y Mouriño felicitan a Francés tras el tanto del aragonés frente al Tenerife.

Mesa, Jair, Aguado y Mouriño felicitan a Francés tras el tanto del aragonés frente al Tenerife. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

Uno de los tópicos más ciertos en Segunda División es el que se refiere a la importancia de la pizarra, de sacar rédito al balón parado en una categoría que suele deparar duelos muy igualados la mayoría de las veces. Más aún lo es cuando a un equipo le cuesta meter goles y ese es el caso de este Real Zaragoza que, con 31 tantos en 33 jornadas, es uno de los equipos menos goleadores de la categoría. Por eso, aprovechar los córners o las faltas es una bendición, bien lo saben Víctor Fernández y su cuerpo técnico, con David Navarro como un perfecto estudioso de la materia, por eso lo están trabajando desde su llegada. Y eso fue lo que hizo el equipo frente al Tenerife. Dos de sus tres goles llegaron así, a balón parado, el de Francés a la salida de un córner y el de Maikel Mesa, tras una falta lateral sacada en corto. 

Ocho de los 31 goles del equipo aragonés han llegado así esta temporada y, la mitad de ellos, desde la esquina, todos ellos con Francés de protagonista. El primero se produjo ya en la segunda jornada. El 1-0 con el que el equipo aragonés batió al Valladolid fue obra de Francés tras un córner botado por Toni Moya al que no llegó a rematar Mesa. En la jornada siguiente el Real Zaragoza se embolsó los tres puntos en Valladolid con un tanto de Jair en una falta lanzada por Bermejo. Dos goles que supusieron seis puntos. Una semana después el 2-0 frente al Eldense también fue en un córner que remató Francés, pero Magaña desvió el balón y el acta le dio el tanto al jugador del Eldense en propia puerta. 

Desde la jornada 4 hubo que esperar hasta la 20 para que el equipo volviera a sacar rédito del balón parado. Fue en Lezama, frente al Amorebieta. Maikel Mesa empató de penalti, provocado sobre él mismo en un lanzamiento de falta frontal. Un mes después el equipo también sentenció ante el Andorra a balón parado, aunque en este caso poco tuvo que ver con la pizarra. Toni Moya estrelló en la cruceta un lanzamiento de falta desde la frontal y Gámez aprovechó el rechace para batir al portero con una espectacular chilena. Esa ha sido la vez que más cerca ha estado el gol de libre directo esta temporada, una suerte que no encuentra el Zaragoza desde hace cinco años. El último lo anotó Pep Biel ante el Nástic el 12 de noviembre de 2018.

De Francés a Francés

El último tanto cantado por el zaragocismo en el bache de siete partidos sin ganar también fue a balón parado. Obra de Francés, contra el Cartagena, en la segunda jugada tras el saque de un córner. Ese día no ganó el Zaragoza (1-2) y ha sido la única vez que un tanto a balón parado no le ha servido para sumar esta temporada. Desde entonces el equipo acumuló cinco partidos consecutivos sin ver puerta, a punto de batir su propio récord histórico, 470 minutos que rompió el mismo Francés, otra vez en un saque de esquina al segundo palo. Era el tercer gol del aragonés este curso, los tres a la salida de un córner. Y hubieran sido cuatro si el que anotó frente al Eldense no lo hubiera tocado un rival.

Pero contra el Tenerife no fue uno sino dos, porque el tercero, la sentencia que anotó Maikel Mesa, también llegó a balón parado. Fue una falta en el costado izquierdo que Lecoeuche sacó en corto para Valera, ya en la banda, y que este centró al segundo palo para que el pichichi zaragocista enganchara una volea complicada y batiera a Juan Soriano. Es la primera vez esta temporada que el Real Zaragoza logra dos goles a balón parado en el mismo partido. Claro que solo en tres ocasiones ha logrado tres tantos en el mismo duelo y solo en diez de las 33 jornadas jugadas ha hecho más de uno. Goles a cuentagotas y más de la segunda línea que de los delanteros. Por eso generar ocasiones y tantos en un córner o en una falta en tres cuartos es oro puro. 

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