Teruel se suma al descuento del 20% y Huesca sigue sin decidirlo

El Ayuntamiento de Teruel fue el primero en Aragón en confirmar que completará la bonificación del transporte público en 2023, hastaun 20%. Esta es una de las exigencias del Gobierno de Pedro Sánchez para mantener la subvención del 30% del precio del billete, una medida que se aprobó el pasado verano para contrarrestar la inflación y que ahora se prorroga durante seis meses más.

Desde Huesca, en cambio, a un día de que entre en vigor la propuesta del Gobierno central, siguen sin tomar una decisión, por lo que los vecinos de la capital oscense no podrán beneficiarse, por el momento, de esta rebaja.

Desde el área de Alcaldía del Ayuntamiento de Teruel lamentan que «una vez más, el Gobierno de Pedro Sánchez anuncia medidas que debemos de pagar otros». Aún así, destacan, «no hemos dudado en acogernos por entender que benefician a los turolenses en un marco económico como el actual de elevados costes».

En la capital turolense, además, el autobús será gratuito para los menores de ocho años. Una medida que copia de otras ciudades como Zaragoza con la que se pretende incentivar el uso del transporte público. «De esta forma facilitamos que este servicio, que ya tiene unos precios económicos si se sacan los bonos, sea más utilizado por las familias y contribuimos a reducir los gastos de transporte para las familias a partir del 1 de enero», explicó la alcaldesa de Teruel, Emma Buj.

El billete del bus y el tranvía baja a 41 céntimos en Zaragoza

En Huesca todavía no han adoptado decisión alguna y el área de Intervención sigue haciendo números para conocer el impacto económica que tendrá asumir el 20% del coste del servicio.

La capital, liderada por Luis Felipe, también está estudiando cómo se va a implantar la zona de bajas emisiones que, según el decreto del Gobierno central, tendría que entrar en vigor mañana.

Llegará tarde a esta imposición que, en realidad llega desde Europa que es de obligado cumplimiento para todas las ciudades de más de 50.000 habitantes. En este caso, esta propuesta lo que pretende es reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera provocadas por la movilidad. Para conseguirlo, el transporte público tiene que ser atractivo para el usuario y que sea una alternativa real.

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