POLÍTICA SANITARIA

Semana clave en Aragón para el futuro de la sanidad pública

El Salud intentará alcanzar el jueves un acuerdo con CCOO, UGT y CSIF para frenar la huelga, mientras que los médicos amenazan con volver al conflicto si el 1 de marzo no se aplican sus medidas / Hacienda está valorando ahora a cuánto ascenderían las peticiones de los colectivos generalistas

Protesta de CCOO, CSIF y UGT ante las puertas del Salud, a principios de este mes.

Protesta de CCOO, CSIF y UGT ante las puertas del Salud, a principios de este mes. / JAIME GALINDO

Ana Lahoz

Ana Lahoz

No terminan de calmarse las aguas en la sanidad pública aragonesa, donde el caudal parece más revuelto que nunca. Si el Servicio Aragonés de Salud salvó en enero el primer envite de una posible huelga de los médicos de Atención Primaria, ahora está inmerso de nuevo en la negociación para frenar otro paro general el 31 de marzo, convocado esta vez en todas las categorías del Salud por parte de CCOO, UGT y CSIF.

Esta semana es clave por dos motivos. Por un lado, porque el Salud intentará alcanzar un acuerdo ya el jueves con los sindicatos generalistas (con los que ha tenido ya tres reuniones) para que, en el caso de convocar un mesa sectorial el viernes, poder firmarlo ya en dicho encuentro. No está todavía claro que dicha sectorial se vaya a celebrar, aunque fuentes sindicales han precisado en las últimas horas que al Salud «le corre prisa» celebrarla. Y si se lleva a cabo, CCOO, CSIF y UGT quieren sentarse en ella con un acuerdo.

En estos momentos, la Administración está valorando con Hacienda a cuánto ascenderían las peticiones que han puesto sobre la mesa en su negociación para no ir a la huelga de marzo. Si Hacienda da el ok, la resolución podría estar cerca. Si no hay visto bueno, el conflicto podría enquistarse. Más todavía teniendo en cuenta que el 1 de marzo deben aplicarse las medidas acordadas y firmadas con los sindicatos de Atención Primaria (CesmAragón y Fasamet), que conllevarán un coste de 8 millones de euros al año al Salud.

Si no hay visto bueno de Hacienda, el conflicto con CCOO, UGT y CSIF podría enquistarse. Más todavía teniendo en cuenta que el 1 de marzo debe aplicarse el acuerdo con los sindicatos de Atención Primaria, que supondrá 8 millones de euros al año

En el caso de que den inicio los acuerdos con los médicos de Aragón y no se produzcan avances en la negociación con CCOO, CSIF y UGT, la situación tensará aún más la relación entre los sindicatos generalistas y CesmAragón y Fasamet, quienes han negociado por separado durante todos estos meses como ya sucediera hace unos años.

Nueva amenaza de los médicos

Precisamente, el segundo motivo por el que esta semana es clave en la sanidad aragonesa tiene que ver con CesmAragón y Fasamet, que ayer amenazaron con volver a una situación de conflicto con el Salud porque, a nueve días de que tenga que echar a rodar el acuerdo alcanzado, «no se han producido avances ni se han publicado las instrucciones» de la nueva organización en Atención Primaria.

Según denunciaron, no se ha notificado a las Direcciones de Atención Primaria el cómo deben organizarse las agendas, que según el acuerdo deben tener un máximo de 35 pacientes en Medicina de Familia y un 28 en Pediatría el 1 de marzo. Tampoco se ha explicado, aseguraron, «la forma de absorber el exceso de la demanda, con consultas de rebosamiento por las tardes, para garantizar la atención a los pacientes en 72 horas», indicaron.

"El Salud debe ponerse a correr ya para cumplir con lo firmado. En caso contrario, aparecerán dudas, desconfianza y malestar", señalan desde CesmAragón y Fasamet.

Entre las cuestiones que todavía no se han llevado a cabo también está el hecho de que los Servicios de Admisión, según los sindicatos de Primaria, no han sido informados de cómo deben proceder para dar citas. Falta una semana para el cambio y no tienen constancia de cómo van a tener que gestionar las agendas. «Esto no puede ser. Por seriedad y credibilidad debemos cumplir todo lo pactado empezando por la fecha de inicio. El Salud debe ponerse a correr ya para cumplir con lo firmado. En caso contrario, aparecerán dudas, desconfianza y malestar entre los médicos de Atención Primaria y se podría reabrir nuevamente el conflicto», advirtieron los sindicatos médicos.

Fuentes del Departamento de Sanidad, por su parte, indicaron a este diario que las reuniones con las direcciones de Primaria «ya han tenido lugar» y señalaron que «se está trabajando para cumplir con el acuerdo con CesmAragon y Fasamet en el plazo previsto», aseguraron.

Para más inri y aunque desde todas las partes (incluido el Salud) se había deslizado la idea de que el acuerdo con los médicos tenía que ser ratificado en mesa sectorial, desde CesmAragón y Fasamet aseguraron ayer que «no es preciso» llevar estos compromisos a dicha sectorial. Es decir, podrían ponerse en marcha el 1 de marzo. Esta situación es la que haría ganar fuerza y enteros a la huelga de CCOO, UGT y CSIF el 31 de marzo, ya que estos colectivos quieren que el Salud firme dos acuerdos y no aceptarían que únicamente haya pacto con una parte.

Pendientes del BOA

En este caso, la negociación podría alejarse e incluso romperse. Cuando parecía que la marea de las huelgas en la sanidad pública que recorre el país pasaría de largo de Aragón, si esta semana no hay avances el paro del 31 de marzo se mantendría vigente con más fuerte que nunca. Lo mismo el resto de movilizaciones previstas y la posible manifestación ciudadana que CCOO, UGT y CSIF ya barajan.

Por otro lado y en el caso hipotético de que el 1 de marzo no se apliquen las medidas alcanzadas con los médicos, en el horizonte volvería a verse la sombra de la huelga por parte de CesmAragón y Fasamet, dispuesto a volver al conflicto. Es decir, que se quedaría un escenario de doble conflicto en la sanidad pública.

Aunque desde todas las partes (incluido el Salud) se había deslizado la idea de que el acuerdo con los médicos tenía que ser ratificado en sectorial, desde CesmAragón y Fasamet aseguraron ayer que «no es preciso» llevar estos compromisos a dicha sectorial.

A una semana de ese 1 de marzo, CesmAragón y Fasamet precisaron que el Boletín Oficial de Aragón (BOA) no ha publicado todavía las medidas de reducción de la carga burocrática. «El pacto firmado contiene más de 35 trámites que pasan a simplificarse o a ser asumidas por personal no sanitario de los centros de salud u otros órganos, para así permitir dedicar, a los facultativos, más tiempo a la actividad asistencial», indicaron. Se trata papeleos referidos a la prescripción farmacéutica, la incapacidad temporal, la solicitud del transporte sanitario o justificantes por ausencias. Todo esto debe figurar por escrito antes de su aplicación el 1 de marzo.

De igual modo, también es preciso emitir instrucciones para aplicar las medidas contempladas para los Médicos de Atención Continuada, así como la libranza tras las guardias en los equipos rurales. «El objetivo del acuerdo es actuar contra el colapso en las consultas, la falta de médicos de familia y el deterioro en las condiciones laborales», insistieron.

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