Preparativos de las fiestas

Las reservas del Pilar se resisten a la espera de la ‘última hora’

Hay restaurantes que piden una fianza al cliente por si decide luego cancelar su reserva para  el día del Pilar

Terrazas completas durante las fiestas del Pilar.

Terrazas completas durante las fiestas del Pilar. / Laura Trives

David López

David López

Llegan por fin las Fiestas del Pilar a Zaragoza y, a falta de solo una semana para el pregón, las expectativas de todos los negocios que trabajan para que todos, vecinos y visitantes, las disfruten son las más inciertas de los últimos años. Una sensación que muchos creerán que es la habitual antes del tradicional rotundo éxito con el que suelen calificar su balance de después, pero en esta edición están registrando «síntomas de que o algo ha cambiado en los hábitos de la gente o que el resultado no será el de siempre», auguran los más pesimistas. Hay opiniones para todos los gustos en unos negocios que estos días andan enfrascados con unos preparativos que tienen que ser para los de una cita masiva, por si luego lo es, aunque todos coinciden en que «este año las reservas de última hora van a ser más decisivas que nunca».

EL PERIÓDICO DE ARAGÓN ha querido hacer un repaso con algunos de los que están preparándose para lo que está por venir y, aunque no todos quieren mostrar una visión oficial como colectivo de cómo está la situación a siete días del pregón, sus sensaciones son parecidas. Sobre todo en lo que se refiere a las reservas: «Hay hoteles que a estas alturas ya habían colgado el cartel de completo y ahora aún tienen plazas disponibles y restaurantes que para el día del Pilar (12 de octubre) ya no aceptaban reservas para comer porque no les quedaban mesas y este año no saben si las van a llenar todas. Hay incertidumbre y todos pensamos que las reservas de última hora van a decidir si es un año de éxito o un pinchazo inédito, aunque hay buenas expectativas».

Así lo explicó en declaraciones a este diario Luis Femia, gerente de la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza y provincia, uno de los pocos colectivos que sí da la cara en esta incertidumbre. Este apuntó varios aspectos clave a la hora de analizar la situación actual. El primero, que «el factor incertidumbre ha venido para quedarse, porque con el covid se planificaba todo con mucha antelación y ahora se está imponiendo la reserva de última hora».

El segundo, que «este año las fiestas incluyen la posibilidad para muchas familias de coger un puente festivo pero fuera de Zaragoza y también en la ciudad, de manera que ahora ni sabemos los visitantes que van a llegar ni los zaragozanos que se marcharán».

Esa incertidumbre ahora preocupa más incluso que saber si la inflación afectará al gasto de las familias, esa temida contención del gasto que los expertos auguraban para otoño y que «en Zaragoza pensamos que se producirá justo después de las fiestas». Apretarse el cinturón después de los fuegos artificiales después de un verano en el que la estadística dice que los hogares han gastado con alegría. Entonces, ¿por qué no se reserva tanto como otros años para las tradicionales comidas en restaurantes en el día del Pilar? Quizá la respuesta esté más relacionada con los precios, pero desde Cafés y Bares y otros establecimientos consultados por este diario coinciden en que «los menús no van a ser más caros» y que «rondarán los 35 o 40 euros de media».

Aunque ya se sabe lo que pasa con los promedios, que habrá restaurantes que han decidido abaratar la oferta para llenar antes y otros que la habrán encarecido para repercutir en la clientela los costes que para ellos también han aumentado mucho con el IPC. Solo de enero a agosto ha crecido un 15,7% para ellos. Y con el aceite por las nubes, por ejemplo.

De año en Año

Hay otros que, sin embargo, sí tienen certidumbres. En el Grupo Vaquer tienen las reservas completas ya para el día del Pilar y el siguiente, el de la Ofrenda de Frutos. «Hace un mes que llenamos», cuenta el chef, Rubén Martín. Eso sí, este año han decidido cobrar a sus clientes en el momento que efectúan la reserva. «Pedimos una fianza porque nos ha pasado ya antes que la gente reserva, después se va a otro sitio porque le encaja mejor el precio o el menú, y luego no cancela y no viene. Nos ha pasado muchísimas veces. Y para nosotros que la gente no aparezca en un día tan importante en cuanto a facturación es un roto», cuenta Martín.

Grupo Vaquer regenta dos restaurantes en la plaza del Pilar: Tajo Bajo (donde el rey Felipe VI comió con unos amigos recientemente)_y La Flor de Lis, en la calle Don Jaime I. «Muchas reservas nos las hacen ya de un año para otro. Y muchos de los que reservan un mes antes ni saben el menú que ofrecemos ni el precio. Pero saben que quieren comer fuera», explica Martín. Para facilitar las cosas, además, para el día del Pilar ofrecen un menú cerrado.

Mientras, las expectativas serán las que sean pero para otras apuestas, como por ejemplo la instalación de barras en la calle, las peticiones han sido las de casi todos los años: 32 en total, 25 desde Cafés y Bares, 4 de Horeca y 3 de particulares que regentan negocios en la ciudad. La práctica totalidad son para el centro, pero alguna se ha pedido también para otros barrios, como en Valdespartera.

Por último, el otro gran indicador de la incertidumbre son los hoteles. No porque a día de hoy sigan quedando plazas disponibles, sino por el absoluto mutismo que el sector mantiene. Rehusaron la petición de este diario de hacer valoraciones. Esperarán a la próxima semana para hablar de ocupación, mientras en sus páginas web siguen habitaciones libres. En algunos casos están bajando precios con respecto a los que había hace solo unas semanas pero en otros quizá se debe a que para una noche ya se están pidiendo más de 300 y 400 euros incluso.