Crónica política: A la voz del presidente Sánchez

El presidente del Gobierno fue capaz de unir durante unas horas al socialismo aragonés, que apoyó en masa su continuidad durante sus cinco días de reflexión profunda. Horas después, el enésimo revés a la dirección regional con la confección de las listas europeas devolvió el clima al ya clásico enfrentamiento interno que el PSOE arrastra en la comunidad.

Un instante de la última Ejecutiva regional del PSOE Aragón, celebrada a mediados de abril.

Un instante de la última Ejecutiva regional del PSOE Aragón, celebrada a mediados de abril. / PSOE ARAGÓN

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

Nunca ha ocultado el presidente Pedro Sánchez su amor por la música ni su gusto por la escena indie española. Un día, Viva Suecia cantó en uno de sus temas más conocidos que «Hoy sonó la voz del presidente / Y nadie ha conseguido dormir» y Sánchez decidió que el país estuviera cinco noches sin conciliar el sueño. Incluyendo, por supuesto, al PSOE Aragón, que por unas horas se puso al completo en el lado del secretario general, para poco después volver al enfrentamiento de casi siempre.

Sigue la música: la orquesta del socialismo aragonés canta desde Zaragoza por Lambán, los coros los hacen en Teruel y el compás, más del gusto de Ferraz, lo pone Huesca. En contadas ocasiones las tres provincias tocan la misma canción y Sánchez logró que la última vez haya sido en su persona. La militancia y los líderes salieron en tromba, en redes sociales y con movilizaciones en la capital aragonesa y en Ferraz, para defender al presidente del Gobierno central y pedir que la reflexión se transformase en continuidad. Nota: la comunión puntual tiene unos límites y las fotos difundidas por el PSOE Aragón a la prensa contó con conocidos rostros de Zaragoza y Teruel, pero sin representantes de la provincia altoaragonesa. La política interna también se juega en momentos de paz.

La rueda de prensa de Sánchez el pasado lunes, sin anuncios concretos, con «una máquina del fango» y con la búsqueda de «la regeneración política» fue el clímax del momento de unión. Todos aplaudieron la decisión, celebrando que la socialdemocracia seguía al frente de Moncloa y que el puño y la rosa comandará España un tiempo más. Sin saberlo –o sin quererlo saber– las horas de mantener el mismo ritmo en las tres provincias estaban cerca de finalizar.

Tanto como tardó Ferraz en decidir que Rosa Serrano, exdelegada del Gobierno en Aragón y próxima a Sánchez, fuese la representante aragonesa de las listas del PSOE para los próximos comicios europeos. Las bases aragonesas habían respaldado a Isabel García en más de un 80%, muy por encima del 2% que apenas rozó la política oscense. García, en Bruselas estos últimos cinco años, era la candidata preferida para la federación regional, que aplaudió su buen hacer en el Parlamento Europeo.

La vuelta de tuerca de Sánchez, el enésimo revés público a las decisiones de Lambán, implica un baile de fichas en el Senado, donde Serrano ocupa un escaño desde las pasadas elecciones generales del mes de julio. De lograr un puesto en el Parlamento Europeo, la exdelegada del Gobierno en Aragón le dejará su puesto a Miguel Gracia, expresidente de la Diputación de Huesca. Eso sería cuadrar el círculo para Lambán, que compartiría institución con el líder oscense, del que prefiere no hablar, pero al que sí declara como rival acérrimo desde hace tiempo. 

La orquesta del socialismo aragonés abandonó entonces ese compás compartido entre las tres provincias. Zaragoza y Teruel volvieron al tono lambanista y lamentaron «la humillación» a la que Sánchez sometía a la militancia aragonesa, escondiendo tras la gente el nombre del secretario general del PSOE en Aragón. Uno de sus más cercanos, el presidente de la Diputación de Zaragoza Juan Antonio Sánchez Quero, se explayó en sus críticas a Ferraz y confesó haber votado en contra de las listas, pues se encuentra en el comité que elige las candidaturas socialistas para todos los comicios. La enésima diferencia la verbalizó todo el núcleo de Lambán, con el secretario de Organización, Darío Villagrasa, a la cabeza. No había vuelta atrás.

Sin embargo, la federación altoaragonesa guardó silencio, calma. Siempre se ha movido en la cautela y ha preferido esperar a ver las líneas claras para pintarlas. Días después, en un comunicado tras una Ejecutiva provincial, celebraban la continuidad de Sánchez en Moncloa y felicitaban a Rosa Serrano por su hueco en las listas. Sobre decir que ni Zaragoza ni Teruel se congratularon, pero sí reivindicaron el papel de Isabel García en Europa durante el último lustro.

El duelo de esta semana no se puede entender sin el ecosistema que rodea al PSOE en la comunidad desde las últimas elecciones. Lambán no se presentará a la reelección por la secretaría general, proceso que si no se modifica el calendario no arrancará hasta el año que viene. El expresidente autonómico incluso pondrá a disposición del partido su cargo como senador cuando él no sea líder. 

El nombre de Pilar Alegría siempre resuena, con más o menos volumen, pendientes del relevo. La ministra de Educación incluso aparece en las quinielas para liderar Ferraz: María Jesús Montero parece llevar ventaja, pero la aragonesa nunca llega a estar descartada del todo para ocupar el máximo cargo orgánico del PSOE.

 Los socialistas aragoneses están lejos de lograr la tranquilidad y aunque todos quieren imponer su ritmo, nadie atina a componer la única canción que resuene en el PSOE de la comunidad. Vuelve La voz del presidente: «Tan jodidos como satisfechos / De no conocer el final». Porque nadie lo conoce, por ahora. 

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