Mujer y deporte

Paula Royo, deslizándose por el éxito

Sostenerse sobre un pie y sortear obstáculos es complicado. Todavía más es hacerlo en los World Skate Games, como hizo la zaragozana Paula Royo, y lograr el bronce en ‘battle’ y un cuarto lugar en ‘classic’. Fue la única española que se alzó con una medalla en esta prueba

Paula Royo entrenando en Maristas

Paula Royo entrenando en Maristas / JAIME GALINDO

Hacer historia y dejar tu huella está al alcance de muy pocos. Paula Royo es una de esas afortunadas. A sus 19 años ya ha comenzado a forjar su leyenda en el patinaje tras participar en los World Skate Games de Argentina el pasado noviembre y lograr un tercer puesto en battle y un cuarto en classic. Este tercer escalón en battle significó convertirse en la única patinadora española que ha alcanzado una medalla en un Mundial en esta prueba. Tras su logro y con un sueño convertido en costumbre, Royo considera que su esfuerzo fue la fuente de su éxito. «Tuve que trabajar mucho para llegar a Argentina porque te tienen que seleccionar. De cara a la competición traté de hacerlo limpio, fui con la idea de quedar entre las cinco primeras y lo conseguí», analiza la patinadora aragonesa.

Asimismo, su triunfo en Argentina no fue la primera competición internacional que disputa Royo. En 2021 fue subcampeona de Europa en battle y tercera en classic y en 2019 ganó la París Slalom World Cup en battle, hecho que tampoco había logrado jamás una patinadora española. «Fue totalmente inesperado. Esta competición me hizo ver que era igual de fuerte que las demás», recuerda.

«Los trucos se hacen de cabeza y si te pones nerviosa te tiembla más la pierna»

Y es que los World Skate Games se realizan cada dos años y reúnen las modalidades acogidas por la Federación de Patinaje como hockey, patinaje artístico, patinaje de velocidad e inline freestyle. Nuestra protagonista participó en esta última en las modalidades de classic, que consiste en superar tres filas de conos separados progresivamente a menor distancia al compás y ritmo de una melodía (similar al patinaje artístico), y en battle, en el que no hay música y prima más la técnica individual.

En ambas, Royo realizó un gran papel fruto de su trabajo constante, a pesar de encontrar ciertas dificultades en el entorno. «En la final de battle tuve que esforzarme bastante porque el suelo estaba bastante mal, que es el mismo para todas, pero es cierto que me afecta bastante, porque soy de llevar los trucos bastante seguros y los había practicado en un suelo bueno. Los nervios también hicieron que fuera todo un poco a peor, pero me salvé porque battle se me da bastante bien, ya que son más rondas y hay más oportunidades», constata la aragonesa, cosciente de que está disciplina requiere tener un control simultáneo de cuerpo y mente muy por encima de otros deportes. «Tienes que hacer cuatro conos para validar el truco. Se hacen de cabeza y si te pones nerviosa te tiembla más la pierna», dice.

Cabe destacar que este deporte no es precisamente el más asiduo en España, aunque Royo se enamoró de él desde que «empecé a patinar de pequeña y con ocho años me apunté a la extraescolar del colegio. Con el tiempo quise aprender mas cosas y una vecina mía estuvo en el grupo de Zlalom. Fui a probar, me apunté y he ido mejorando», sostiene Royo, que ya piensa en sus próximos retos. «Las siguientes competiciones son en febrero. Son distintas Copas que se hacen por España en las que quiero mejorar día a día».

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