La opinión de Sergio Pérez

Escribá, el mar en calma y el mar de nervios

Fran Escribá, pensativo antes de responder una pregunta.

Fran Escribá, pensativo antes de responder una pregunta. / JAIME GALINDO

Sergio Pérez

Sergio Pérez

No esperó Fran Escribá a la jornada 30 o treinta y algo, como reclamó a su llegada a la ciudad, para situar con su mensaje el estado actual de las cosas para el Real Zaragoza. “Nuestra realidad está en intentar una salvación cómoda y hacer un año tranquilo para sentar las bases de lo que venga luego”. Eso fue lo que dijo el entrenador antes de que su equipo dispute este lunes el 28º encuentro de la Liga en Málaga, en la parte alta del maratón de la temporada y cuando, según sus palabras, ya están perfectamente definidos los objetivos para esta recta final del campeonato y el potencial que tiene entre manos.

Acude el Real Zaragoza a La Rosaleda atascado en la parte baja de la clasificación, de la que intentó sacar la cabeza varias veces sin éxito y a sabiendas de que volverá de la Costa del Sol nadando en un mar en calma o pataleando en un mar de nervios. Después del empate de la Ponferradina contra el Levante, la zona de descenso se ha quedado a cuatro puntos de distancia. Para el Málaga es un encuentro absolutamente decisivo: suma 22 y la línea que marca la continuidad en la categoría cada vez se le aleja más.

Estamos, por lo tanto, ante un partido crítico para los andaluces y de enorme importancia para el Real Zaragoza. Una victoria supondría dar un gran salto hacia esa permanencia tranquila que reclamó Escribá, un empate mantendría el suspense y una derrota traería la preocupación a estas tierras. Al encuentro acude el equipo aragonés otra vez sin Iván Azón, con sus problemas ante el gol acentuados la semana pasada ante el Alavés y nuevos quebraderos de cabeza después del boquete que se abrió en el centro de la defensa.

Si el Real Zaragoza mantiene el ritmo de puntuación que está sosteniendo con Escribá, el 47,7%, la salvación llegará sin problemas. Si lo incrementa sensiblemente, el equipo escalará muchas posiciones y, si lo baja, sufrirá. En La Rosaleda será importante jugar con la inestabilidad del Málaga y la ira de su afición en el arranque del encuentro. Para que el mar de nervios se quede a orillas del Mediterráneo y la calma se instale en Zaragoza.

Suscríbete para seguir leyendo