COMISIÓN DE HACIENDA

Aragón tendrá un presupuesto "austero", pero creciente en Sanidad, Educación y Bienestar

La rebaja del IRPF, la estabilidad en la función pública y la modernización de los trámites administrativos son los primeros retos de Bermúdez de Castro

El consejero tiende la mano al resto de los grupos y solicita "unidad" para mejorar la financiación autonómica

El consejero de Hacienda, Roberto Bermúdez de Castro, charla con los diputados socialistas Álvaro Borruel y Marcel Iglesias.

El consejero de Hacienda, Roberto Bermúdez de Castro, charla con los diputados socialistas Álvaro Borruel y Marcel Iglesias. / CORTES DE ARAGÓN

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

Austeridad. Volvió la palabra que marcó la economía pública española durante la pasada década, heredera de la crisis de 2008. El consejero de Hacienda del Gobierno de Aragón, Roberto Bermúdez de Castro, ha anunciado este miércoles en la primera comisión de su cartera que el nuevo presupuesto autonómico será "austero", aunque sí que crecerá en las áreas de Educación, Sanidad y Bienestar Social. La reducción del IRPF, la agilidad en la Administración y la mejora de las condiciones de los trabajadores públicos han sido los otros anuncios en una comparecencia con menos datos de los deseados por la oposición. 

Bermúdez de Castro ha reconocido el trabajo del anterior consejero, Carlos Pérez Anadón, y ha insistido en la idea de que el gobierno de PP y Vox "no va a hacer política de tierra quemada" y escuchará a sus rivales en el hemiciclo, "con mano tendida para llegar acuerdos, en especial para la mejora de la financiación autonómica". Una idea que se quiere trasladar a nivel nacional y explicar en Madrid, para que se comprenda en todos los lados que "prestar servicio en Aragón es muy complicado y que la comunidad tiene una singularidad propia que comparte con muy pocas comunidades". Ya sabe, un núcleo enorme en Zaragoza que absorbe todo y núcleos pequeños a los que deben llegar todos los servicios. 

El escenario al que lleva unas semanas enfrentándose Bermúdez de Castro es "complicado", marcado por la guerra de Ucrania, la inflación o los límites de gasto que van a volver de Europa, según ha enumerado el propio consejero. Así, no ha querido adelantar cifras concretas "porque aún se desconoce la fiscalidad y la financiación autonómica oficial". El titular de Hacienda sí que confirmado que ha enviado una carta a su homónima en el Gobierno central para poder avanzar en unos presupuestos que quiere presentar "en torno al 15 de noviembre". 

Nueva fiscalidad

"El régimen fiscal no puede ser un lastre ni una parálisis para los emprendedores", ha señalado Bermúdez de Castro, que ha confirmado que su área ya trabaja para deflactar el IRPF en el tramo autonómico, así como pretende subir el límite del impuesto de patrimonio y analizar el de sucesiones. 

El consejero también ha advertido de que el déficit no se va a cumplir, "y no va a ser por poco", y que la deuda en Aragón se sitúa en torno al 21,5% del PIB, "en la misma línea que el resto de las comunidades autónomas". Esos problemas, sumados a la previsible subida de los tipos de interés que hará que "Aragón tenga que pagar unos 150 millones de euros más por la subida". 

"Queremos redirigir el poco gasto superfluo en la consejería a dar un mejor servicio de calidad", ha anunciado Bermúdez de Castro, que ha insistido en que el presupuesto en Educación, Sanidad y Bienestar Social "sí que crecerá, como ya anunció hace tiempo el presidente Azcón".

Donde quiere mejorar Bermúdez de Castro es especialmente en la sinergia entre los distintos cuerpos de la Administración, "para una mayor efeciciencia y efectividad". Un crecimiento productivo con el que quiere conseguir "una función pública fuerte y estable", mejorando las condiciones laborales, "acabando con la temporalidad y aprobando y ejecutando empleo público". Los objetivos en esta línea pasan por "simplificar la burocracia y por la automatización", con una inversión de cinco millones de euros para la contratación electrónica. 

Por último, Bermúdez de Castro ha anunciado que el próximo miércoles se conocerá el nombre de la nueva directora general de Fondos Europeos, que tendrá por delante "una complicada gestión con la que ordenar y organizar todo lo que ha llegado". El consejero ha explicado que existirán dos áreas, una para centrarse en el trabajo de los fondos convencionales y otra para trabajar con los fondos Next Generation. 

"Debemos estar todos juntos ante lo que puede venir", ha advertido Bermúdez de Castro, auspiciando que las políticas restrictivas y los controles fiscales llegarán desde Europa. Pese a esos inconvenientes, la confianza del consejero en los presupuestos para Aragón de 2024 es total, como le ha comentado a la oposición: "Van a ser unos presupuestos a los que será muy difícil votar en contra".

La oposición

Óscar Galeano (PSOE) agradeció los comentarios positivos de Bermúdez de Castro a la gestión de su partido en los últimos años, así como advirtió al consejero de los riesgos que toma el Ejecutivo con las últimas promesas millonarias: «Azcón es un nuevo rey Midas y usted tendrá que rendir cuentas de los cuentos que promete».

En Vox, Fermín Civiac señaló que los presupuestos de 2024 son «una ocasión que se da una vez en la vida para poder acometer una gran reforma fiscal en la comunidad». Desde Chunta, José Luis Soro, destacó que en Aragón «no existe un infierno fiscal» y señaló que CHA «no apoyará el impuesto a las renovables si sirve para paliar la reducción de impuestos a los ricos».

Pilar Buj, de Teruel Existe, pidió al consejero presentar los presupuestos diferenciados por provincias, «para conocer la realidad del territorio», y exigió que el FITE se subiera hasta los 100 millones «y que se utilice para planes estratégicos, no para ordinarios como hasta la fecha».

Por su parte, el diputado de Izquierda Unida, Álvaro Sanz, lamentó que las promesas del nuevo Ejecutivo son «inasumibles e inaceptables» e insistió en la idea de que los impuestos «deben aplicarse de manera progresiva para que haya servicios iguales para todos». Además, Sanz propuso la creación de «una unidad para luchar contra el fraude fiscal».