Un aragonés pierde la vida en un accidente de trabajo cada diez días

La comunidad autónoma registra 32 fallecidos de enero a noviembre de 2023, ocho más que en todo 2022

UGT y CCOO exigen «medidas urgentes» y actuar en el «agujero negro» de las pequeñas empresas

Concentración de protesta de UGT y CCOO, ayer en Zaragoza, por la muerte de dos camioneros el pasado jueves en la carretera N-2, en Osera de Ebro. | ANDREEA VORNICU

Concentración de protesta de UGT y CCOO, ayer en Zaragoza, por la muerte de dos camioneros el pasado jueves en la carretera N-2, en Osera de Ebro. | ANDREEA VORNICU / jorge heras pastor

Un trabajador aragonés pierde la vida allí donde se la gana cada diez días. Es la escalofriante media que arrojan los datos de accidentes laborales registrados en los once primeros meses de 2023, que con un total de 32 víctimas mortales es uno de los años más negros que se recuerdan en el mundo del trabajo. A falta de contabilizar el mes de diciembre, son diez más de los que murieron en el mismo periodo de 2022, según la estadística oficiales del Instituto Aragonés de Seguridad y Salud Laboral (ISSLA). La sangría ha proseguido en los primeros compases de 2024, con la muerte de dos camioneros el pasado jueves por un choque frontal cuando circulaban en la N-2, a la altura del término municipal de la localidad zaragozana de Osera de Ebro.

La cifra de fallecidos del año pasado va camino de ser una de las más altas de las dos últimas décadas. Los 32 decesos que se produjeron entre enero y noviembre superan ampliamente los 24 registrados en todo el año 2022, los 26 de 2021 o los 30 de 2019, antes del estallido de la pandemia, que redujo a 27 el balance de 2020. En concreto, 26 personas perdieron la vida dentro de la jornada de trabajo en 2023 —a falta de contabilizar el dato de diciembre— frente a los 17 del mismo periodo comparable, es decir, nueve más. La mortalidad en accidentes in itinere (de camino o de vuelta del trabajo) aumentó en menor medida, de cinco a seis.

El número de accidentes con baja dentro de la jornada laboral asciende a 16.041 en el citado periodo, es decir, una media de 49 por día. Aunque suponen casi 150 casos menos respecto a los 16.184 que se produjeron de enero a noviembre de 2022 y una caída anual del 0,8%, se incrementaron los siniestros graves, de 104 a 117, además de los mortales.

Concentración de protesta

Los siniestros en los desplazamientos de ida y vuelta al puesto de trabajo crecen igualmente con fuerza, con un incremento global del 10,6% –de 1.844 a 2.040– en el mencionado periodo, que llega al 43% en los casos graves –de 14 a 20–, además de aumentar también en los mortales, como se ha indicado anteriormente.

Los sindicatos UGT y CCOO volvieron a concentrarse este lunes ante el monumento a la Constitución en Zaragoza para denunciar las dos últimas muertes en accidentes laborales que se han producido en Aragón y expresar su solidaridad con los familiares y amigos de las víctimas.

Las alarmas por esta lacra social saltaron el pasado verano, cuando se disparó el número de fallecidos en el trabajo. Los agentes sociales, el Gobierno de Aragón y la Inspección de Trabajo y Seguridad Social vienen trabajando en los últimos meses de forma intensa en el impulso de acciones para hacer frente a un problema que la vicepresidenta del Ejecutivo autonómico y consejera de Economía, Industria y Empleo, Mar Vaquero, calificó como prioritario en esta legislatura.

Algunas actuaciones han comenzado a desplegarse, pero las organizaciones sindicales consideran «insuficientes» los esfuerzos e hicieron ayer un nuevo llamamiento a las administraciones, empresas y empresarios para tomar «medidas urgentes» con el fin de frenar la «silenciosa sangría» que se viene registrando. En este sentido, lamentaron que no ha comenzado con buen pie el nuevo año al haberse venido abajo en menos de dos semanas el objetivo de cero accidentes mortales.

Los sindicatos critican a la DGA por tener siete plazas sin cubrir en el ISSLA

Los sindicatos sacaron este lunes los colores al Gobierno de Aragón por tener sin cubrir siete plazas del Instituto Aragonés de Seguridad y Salud Laboral (ISSLA). Se trata de vacantes que se han generado por la jubilación o cambio de destino de funcionarios de este organismo autonómico, que ahora dirige Noelia Carbó. UGT y CCOO urgieron a la DGA a resolver el asunto, además de reforzar la plantilla de un servicio que hace ya tiempo que consideran que arrastra una situación precaria. A su juicio, no se están explotando todas sus potencialidades.

Desde el Ejecutivo autonómico reconocieron que existen siete plazas sin cubrir pero señalaron que no es posible tomar cartas en el asunto hasta el 1 de febrero al estar en marcha un importante concurso de traslados dentro de la función pública de la Administración aragonesa.

Para los sindicatos, es una «contradicción» que se dé esta circunstancia dadas las críticas vertidas desde el Ejecutivo de Jorge Azcón contra el Gobierno de España por no reforzar el personal actuante de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social en la comunidad. Esta demanda, además, no ha sido atendida por el Ministerio de Trabajo, ya que el organismo estatal ha incremento recientemente su dotación de funcionarios en Aragón (dos inspectores y tres subinspectores).

«Sabemos que es un problema de todos, pero hay responsables y responsabilidades», afirmó José de las Morenas, secretario de Política Sindical e Industrial en UGT Aragón, quien destacó la especial incidencia de la siniestralidad laboral que sufre el transporte, que concentra el 35% de los accidentes in itinere. Por este motivo, reclamó que se adopten medidas y planes de prevención específicos en este sector económico.

«Solo llevamos una semana de este año y ya llevamos dos muertes por accidente laboral», lamentó Luis Clarimón, secretario de Salud Laboral de CCOO Aragón, que expresó su rechazo y repulsa por el último y trágico suceso. Recordó a este respecto que los conductores profesionales tienen ocho veces más riesgo de tener un accidente vial que cualquier otro conductor y que los siniestros que sufren suelen ser además de mayor gravedad. «Aumenta el peligro de morir en las carreteras porque están saturadas de mercancías», afirmó, al tiempo que recordó que el tráfico de carga por un medio más seguro como el tren apenas supone el 4% del total en España, una cifra muy alejada de los estándares europeos.

A juicio del representante de CCOO, los datos de siniestralidad laboral de 2023 revelan que «han fallado las medidas preventivas». Así lo evidencia el hecho de que, al menos, seis de las víctimas fallecieran porque cayeron desde tejados «trabajando sin anclajes, sin líneas de vida». Otras seis personas murieron por aplastamientos. «Son accidentes absolutamente evitables», recalcó. «No sé si es que se hacen las obras con prisa o cuáles son las circunstancias exactas, pero sabemos que hay muchas muertes que son evitables», agregó. Lo que está claro, a su juicio, es que algunas empresas y sectores «se están descuidando en la prevención».

«Hay que aumentar las medidas en las empresas y por parte de las administraciones para prevenir los accidentes. Esperemos que esto no sea clamar en el desierto», concluyó Clarimón. En este sentido, aplaudió que se vaya a poner en marcha en Aragón un plan de choque contra la siniestralidad laboral, pero instó a la Administración a actuar en las empresas más pequeñas por suponer «el agujero negro» de esta lacra al registrar la mayor parte de los accidentes laborales de carácter grave y mortal.

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