Mujer y Deporte

Una profesión y una vida

Nani convirtió su pasión por el deporte en una carrera laboral como monitora y coordinadora técnica de gimnasio que suma nueve años y que espera que sea ya para siempre

Melani Díaz-Ufano posa en una de las salas del Enjoy La Ribera, donde trabaja.

Melani Díaz-Ufano posa en una de las salas del Enjoy La Ribera, donde trabaja. / ÁNGEL DE CASTRO

El deporte y la actividad física se convierten en un modo de vida para muchas deportistas, ya sean más profesionales o amateurs, pero también conduce por ese camino y en el mundo laboral a otras, como las monitoras de gimnasio. Para Melani Díaz-Ufano, Nani, que trabaja en el Enjoy La Ribera de Zaragoza, los pasos para ese desempeño que ahora supone el epicentro de su carrera laboral fueron llegando de manera natural. «De pequeñita pensaba más en la educación, en ser profesora, pero en la adolescencia, el gusanillo del deporte me llevó a entrar en el gimnasio de usuaria y después las cosas fueron llegando. La verdad es que fue muy fácil», asegura esta madrileña afincada en Zaragoza y que ya lleva ocho años en esa profesión, para además de monitora de diferentes actividades ser coordinadora técnica y formadora en el Grupo Enjoy.

Todo, en su caso, nace de la gimnasia rítmica, del gusto por el deporte desde pequeña y que después le llevó por los caminos del voleibol o la capoeira. Por entonces, en plena adolescencia, ya sabía que la práctica deportiva iba a ser su desempeño laboral , el motor de su vida, y el siguiente paso fueron sus estudios en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, desde el principio orientada a la rama del fitness, para compaginar carrera y trabajo durante casi toda su estancia en la universidad, la mayoría en gimnasios de su actual empresa, aunque también desempeñó su labor de forma mucho más ocasional en otros.

"Cuando empiezas vas más a lo que has hecho de usuario, en mi caso el body combat y el body pump, pero después el cuerpo te pide otras cosas y acabas siendo más polivalente. Haces un poco de todo, pero eso se consigue con los años».

«Hay cosas que te gustan más. Cuando empiezas vas más a lo que has hecho de usuario, en mi caso el body combat y el body pump, pero después el cuerpo te pide otras cosas y acabas siendo más polivalente. Haces un poco de todo, pero eso se consigue con los años». Ahora, su lista de clases es mucho más amplia, incluyendo otras disciplinas de Les Mills como body balance, body step o sh’bam, además de ciclo indoor, zumba, aquagym, aquafit, X-training… . «En los peores días puedes hacer cuatro o cinco clases. Como mínimo, das tres. Si son actividades de cuerpo y mente tipo pilates puedes hacer algunas más y que no te cueste tanto. Siempre depende de la exigencia física, de la actividad que suponen», explica.

Melani posa sonriente en una de las salas del gimnasio.

Melani posa sonriente en una de las salas del gimnasio. / ÁNGEL DE CASTRO

A sus 27 años y ya encauzada su vida laboral no se pone fecha en una profesión donde en muchos casos sí que existe un cambio de actividad cuando la balanza de la edad empieza a pesar. «Hay gente que aguanta muchos años en el sector y ha encontrado su pasión y lo que hace es adaptar su carga en la semana, no hacer demasiado impacto por ejemplo. Yo empecé con 19 llevo ocho ya y ojalá me quede mucho tiempo», incide, para apostillarlo con contundencia después: «La verdad es que yo me veo para siempre en este trabajo, mientras el cuerpo y la mente me lo permitan, seguiré».

"La gente es muy agradecida en todas las clases que se dan, verles cómo progresan te hace engancharte más"

Mientras tanto, dedicada por y para el deporte, que «es protagonista cuanto menos de mi vida», Nani mantiene su crecimiento, ahora con un Máster de Gestión en Instalaciones Deportivas que cursa y haciendo también el Grado Superior de Deporte para complementar sus estudios universitarios. «La gente es muy agradecida en todas las clases que se dan, verles cómo progresan te hace engancharte más. La motivación de ver a la gente que disfruta es el mayor motor aquí», sentencia.