Maikel Mesa y el aplauso de Escribá para Bakis

El anuncio oficial del fichaje de Maikel Mesa a mitad de junio fue el primer indicador del verano de que los tiempos estaban cambiando y de que la época de vacas flacas empezaba a ser un recuerdo frustrante. Con la contratación por el medio de Lecoeuche, la llegada en propiedad de Sinan Bakis fue la confirmación de que el Real Zaragoza iba en serio. Todo lo que ocurrió después, con la conformación de una plantilla de gran nivel, suficiente para aspirar al ascenso incluso directo, ratificó con creces aquellas impresiones.

Hoy, inicio de septiembre, el equipo mira la clasificación desde lo más alto, con cuatro victorias en cuatro partidos, la portería a cero y un arma emocional muy poderosa en la grada. Es el líder de Segunda, invicto e imbatido. Pocos peros pueden ponerse a una situación así de idílica. Estadísticamente, desde luego, es perfecta.

El Real Zaragoza de los récords

Los fichajes de Maikel Mesa, y sobre todo el de Bakis, fueron los detonantes que dispararon la ilusión veraniega y empezaron a alimentar esa bola en la grada que no ha parado de crecer. El canario ya ha marcado en la Liga, en el estreno en La Romareda contra el Villarreal B después de una pretemporada en la que estuvo desatado y fino en la definición.

Bakis todavía no se ha estrenado a pesar de que ha podido hacerlo en un par de ocasiones en acciones técnicamente buenas. Para el fichaje estrella del verano, Fran Escribá pidió al respetable un aplauso cuando lo sustituyó frente al Eldense con el partido ya sentenciado. El público correspondió. Hasta ahora, Bakis ha estado poco participativo y sin fortuna en los escasos remates que ha tenido a su disposición en estas cuatro jornadas. Sigue siendo un delantero con mucha clase, gran golpeo con ambas piernas, capacidad para desahogar y jugar de espaldas. Necesita que el equipo genere más juego ofensivo, con más continuidad y más llegadas al área para lucir. Sin sus goles, el Zaragoza ha hecho pleno. A la espera de que llegue su estreno realizador, Escribá le mima constantemente en público para evitar la frustración. Y él, como todos, salta de alegría al final de los partidos.