Edgar Badía, Puigmal y la traca final del mercado de enero

El Real Zaragoza va a ser un club activo en el mercado de enero por razones de distinta índole. En algún caso, como el de la portería, por la palmaria necesidad de corregir un error en la elección de los compañeros de Cristian Álvarez, especialmente con la figura de Poussin, fichado como segundo guardameta y con un currículum de pifias tan destacado que le inhabilita para continuar como tal. Su sustituto ya está aquí: Edgar Badía.

En algún otro supuesto, como el del lateral izquierdo, Juan Carlos Cordero y la SAD están de compras por obligación. El puesto estaba bien cubierto con Nieto y Lecoeuche, pero el infortunio se cruzó en el camino del aragonés en su momento de mayor madurez y esplendor futbolístico. Ahí hay un hueco que cubrir, más aún después de conocer la propensión del francés a lesionarse muscularmente.

Luego, hay otros casos en los que el club simplemente se ha dado cuenta de que tiene que incorporar nuevos perfiles para ser más competitivo o mejorar los que ya hay para buscar el salto hacia arriba que Jorge Mas reclamó con tanto énfasis. De ahí la negociación con Arnau Piugmal, un hombre con calidad, técnica y capacidad para hacer kilómetros que puede jugar por todo el flanco derecho, como lateral, interior, carrilero y hasta por fuera. Tiene polivalencia, clase y buenas piernas.

La despedida de Bermejo ya empieza a tomar forma

Además, el Real Zaragoza está buscando un ‘stopper’ para el centro del campo por recomendación de Julio Velázquez, un perfil de futbolista que la plantilla tampoco tenía. Fuerza, mucho físico, altura y capacidad de ir al corte y al choque. Y tiene en la agenda anotada otra prioridad: un atacante. Un jugador que responderá a unas características u otras en función de la evolución de la rodilla de Sinan Bakis, que sigue parado dos meses después. A pesar de que incorporó cuatro delanteros el pasado verano, al Real Zaragoza le sigue faltando gol. Sin gol, a uno por partido como hasta ahora, no habrá paraíso. Es obligado, por lo tanto, que Velázquez lo redescubra en casa o traerlo ahora de fuera, con una necesidad alta si el turco no está para volver y rendir en máximos.

A 9 de enero, Edgar Badía ya está aquí y la negociación con Puigmal está encarrilada, pendiente del ok del Almería y de que no haya sobresaltos. La mini-reconstrucción ha empezado a tomar cuerpo. Quedan 22 días por delante para que explote la traca final.