La opinión de Sergio Pérez

Los fichajes de enero y la 're-reconstrucción' de Cordero

Juan Carlos Cordero hizo un buen trabajo en verano: construyó una plantilla de un nivel muy interesante que no ha rendido en máximos aún en toda la Liga. El director deportivo afrontará ahora en enero una 're-reconstrucción' del equipo, que también incluirá salidas. Necesita fichar para tapar los agujeros que se han abierto por las lesiones o por deficiencias estructurales y subir más el nivel. La plantilla sigue siendo buena, con armas variadas, pero necesita ser mejor para ganar posibilidades en un mes en el que los rivales también se fortalecerán.

Juan Carlos Cordero, en la Ciudad Deportiva del Real Zaragoza.

Juan Carlos Cordero, en la Ciudad Deportiva del Real Zaragoza. / JAIME GALINDO

Sergio Pérez

Sergio Pérez

El pasado 1 de septiembre, con el cierre del mercado de verano, la satisfacción con la plantilla que había construido Juan Carlos Cordero era plena. Satisfacción interna en el propio club y satisfacción externa a nivel social, esfera en la que la obra del director deportivo fue bendecida con todo tipo de parabienes hasta el punto de que su figura llegó a ser más jaleada que la de los fichajes en las presentaciones en La Romareda.

Ciertamente, Cordero hizo un trabajo estupendo, elevando el nivel de la plantilla varios escalones con respecto a la inmediatamente anterior, especialmente en el centro del campo, con futbolistas de más talla; en la delantera, por cantidad y variedad de perfiles; y en el apuntalamiento de la defensa con dos jugadores como Mouriño, que por fin ha demostrado su jerarquía con Julio Velázquez y Lecoeuche, buen lateral pero frágil físicamente, lo que es un peligro y exige un refuerzo en el puesto por la lesión de larga duración de Nieto.

Al paso por el ecuador de la temporada, esa plantilla no ha enseñado todavía todo su potencial de manera coral y coordinada. A la espera de la modificación que sufrirá la cifra ahora en enero, el Real Zaragoza dispuso del sexto límite salarial más alto de Segunda División. Actualmente, el equipo ocupa el decimocuarto puesto y está fuera de sitio. En estas 21 jornadas, a la plantilla de Cordero se le han visto sus fortalezas, pero también se le han descubierto debilidades por los percances físicos o por deficiencias estructurales.

Ahí es donde el director deportivo debe actuar en esta ventana de invierno. En la portería, Cordero no acertó con la compañía de Cristian Álvarez. Su elegido, Rubén Yáñez, optó por la vía del Sporting, donde está triunfando en mayúsculas. Fue un tiro bien echado pero sin éxito en la negociación. La segunda opción, Poussin, ha sido lo que ha sido: un desastre con fallos tremendos. Escribá se acordará siempre del francés. Dani Rebollo, el tercero en discordia, se ha hecho invisible cuando el puesto le sobrevino. En esa tesitura se encuentra ahora mismo el club, con la necesidad de contratar un guardameta ante la posibilidad de un nuevo percance físico de Cristian.

En todo el ancho y largo del centro del campo, solo Maikel Mesa ha rendido en sus máximos con seis goles. Es el pichichi del equipo. Germán Valera ha estado casi siempre en el once inicial y su desborde está siendo también muy importante, aunque empieza muchas cosas y aún acaba pocas. Del resto, Toni Moya y Marc Aguado continúan siendo dos grandes jugadores. Ninguno de ellos estará contento con la versión dada hasta el momento, pero sus fichajes son de incuestionable valor. A esa media, sin embargo, siempre le han faltado dos perfiles: otro jugador de ida y vuelta y piernas como las de Francho y un pivote defensivo clásico, fuerte y con poderío. Es lo que ahora busca el Real Zaragoza para enero.

Arriba, el principal foco de la revolución veraniega de Cordero, la cantidad de refuerzos fue amplísima: Bakis, Sergi Enrich, Manu Vallejo, la vuelta de Mollejo más Iván Azón. Solo Mollejo ha respondido a las expectativas. A base de amor propio, de querer y poder, de actitud, pelea constante, una gran movilidad y olfato para estar donde hay que estar, ha sumado ya cuatro goles y sostiene esa bandera junto a Maikel Mesa. El resto ha decepcionado, sobre todo Bakis (cero goles), Enrich (cero goles) y Manu Vallejo, aunque este último suma dos con solo ocho titularidades. Incluso así, está lejos de sí mismo.

La artropatía de Azón y la lesión meniscal de Bakis, que los han tenido fuera desde noviembre, han encendido la luz de alarma. El Real Zaragoza marca muy poco, el decimoquinto de la categoría con solo un tanto de media. Para salir de esa zona baja y escalar en la tabla, el equipo necesitará más goles. El club busca también un atacante móvil y capaz de anotar con asiduidad. Cordero construyó una plantilla realmente interesante en verano, pero las lesiones y el tamiz de la realidad han enseñado que sufría varias cojeras. La 're-reconstrucción' de enero, que también incluirá salidas, es otra prueba de fuego para el director deportivo y vital para el futuro del Real Zaragoza en la segunda vuelta. Necesita tapar agujeros y subir más el nivel. La plantilla es buena, pero necesita ser mejor para ganar posibilidades en un mes en el que los rivales también se fortalecerán.